El espectáculo manda

MalagaEn Málaga cada vez queremos tener una ciudad que sea la más esplendorosa de todas y especialmente nuestro centro histórico con Calle Larios a la cabeza.

Hemos sido capaces de poner luces y aumentar o reducir los espectáculos musicales, cortándose o abriendo el tráfico al son de lo que digan los comercios y hostelería del centro histórico, en unas calles que cuentan con la omnipresencia de Inditex. Un espectáculo pagado del erario público, pero en beneficio de la empresa privada. Este es el modelo de ciudad vertebrado por el servicio a las multinacionales, que no es de extrañar cuando la Calle Larios se sitúa como la undécima más cara del país.

Se tomó la decisión de cortar las calles por motivos de seguridad, ya que las aglomeraciones eran cada vez mayores y más peligrosas, por invasión de la calzada y agrupar a 20.000 personas en un espacio totalmente insuficiente. Pero como las ventas del consumismo navideño desenfrenado estaban sufriendo pérdidas, pues toca recular y volver a abrir las calles al tráfico.

Estos motivos de seguridad han provocado algo insólito: que el derecho de reunión esté cada vez más desplazado. Ha habido varias solicitudes para concentraciones en este mes de diciembre en Málaga que se han visto obligadas a retirarse de la Plaza de la Constitución a la Plaza de la Marina. Pero esos motivos de seguridad no han tenido suficiente fuerza para obligar a cortar el tráfico en el centro de Málaga a los vehículos privados.

Estamos en los días más cortos del año, pero para el centro histórico parece que le falta noche para tener las luces encendidas. Y mientras tanto, muchos barrios cada vez más perjudicados y olvidados. Vemos que el espíritu de la Navidad de solidaridad se queda totalmente desplazado en función de las luces de calle Larios.

José González