Transcurridas las primeras horas tras conocer los resultados electorales de la jornada de ayer queremos hacer pública nuestra reflexión respecto de lo que estos resultados exponen.
La victoria electoral del PSOE muestra que nuestra realidad política es tan dinámica que lo que hace tan solo unos años parecía un partido abocado al desastre y del que algunos profetizaban su desaparición, ahora recibe un claro mandato de gobierno. Un mandato de gobierno que no es un cheque en blanco. El PSOE tiene la posibilidad de intentar un pacto con Podemos y nacionalistas, con Ciudadanos, o intentar un gobierno en solitario con apoyos puntuales. Los desafíos que tiene este país, en particular la crisis nacionalista, invitan a buscar acuerdos que sean lo más estables posible y que no hagan depender los presupuestos del estado, las decisiones políticas, la estabilidad de gobierno, etc de la insolidaridad y el interés de los nacionalistas. La diversidad regional y política que muestra el reparto de escaños y de votos en España no puede traducirse en el chantaje permanente al que nos tienen acostumbrados nacionalistas vascos y catalanes. La responsabilidad política del PSOE ante este futuro es clara. Tan clara como su victoria.
El PP culpa de sus malos resultados a la fragmentación del voto al aparecer tres partidos de derechas, sin hacer la mínima autocrítica del porqué de esa fragmentación. En el PP cohabitaban tres almas: una liberal, una democristiana y una claramente conservadora e incluso reaccionaria. El alma liberal se ha visto representada en Ciudadanos y el alma conservadora en Vox. Pero el alma democristiana, la que le quedaba al PP como opción electoral, ha sido históricamente la más despreciada dentro del PP, de ahí que se haya encontrado tan descolocado de discurso y haya sido incapaz de mostrar un perfil político propio durante esta campaña. Lo que sea en el futuro el PP depende, en buena medida de cómo digieran este hecho.
Ciudadanos se encuentra ahora ante una decisión importante. Han insistido hasta la saciedad en el deseo de que la política española no dependa de los nacionalistas (proponiendo incluso reformas electorales que dificulten la presencia de nacionalistas en el Congreso de los Diputados) y ahora se encuentran ante la posibilidad real de hacer que el próximo gobierno de España no dependa de nacionalistas de ningún tipo, facilitando la investidura de Pedro Sánchez. ¿Pesará más la tentación de convertirse en el primer partido de la oposición y sustituir al PP que la posibilidad de librar al país del chantaje nacionalista? Sus hechos responderán a esta pregunta.
Podemos mantiene los votos pero baja en diputados.Las peleas internas, las purgas y el dirigentismo de esta formación política parecen haber conducido al partido a estancarse electoralmente, aunque quiera rentabilizar sus diputados de cara a la formación de gobierno.
Se ha hablado mucho de política en estos días, y se seguirá hablando de política en el mes que queda hasta las próximas elecciones municipales, autonómicas y europeas. Muchos hacen del discurso identitario el eje de su acción política. Desde el partido SAIn queremos que nuestra identidad sea la solidaridad en cualquier plano de nuestra vida. No concurrimos a las elecciones generales por las dificultades que supone solapar dos procesos electorales. Pero estaremos en las elecciones municipales, autonómicas y europeas del próximo 26 de mayo. En ella encontrarás la papeleta de la solidaridad en todos los colegios electorales en las elecciones europeas.