No al sectarismo anti-religioso

219-ADurante la pasada campaña electoral, la falsa izquierda, ante la falta de verdaderas propuestas para solucionar problemas reales, ha vuelto a sacar pecho y a recurrir a planteamientos propios de épocas pasadas ya superadas.

Nos estamos refiriendo a la tan manida cuestión de la laicidad del Estado. Habría que recordarles que lo que plantean es la limitación de derechos humanos que han costado siglos de luchas, en España y en el resto del mundo.

El apartado 2 garantiza la libertad religiosa de los ciudadanos españoles, tan defendible como las convicciones de aquellas personas que se declaran ateas o agnósticas. Y en el 3, se garantiza la laicidad del Estado manteniendo las relaciones de colaboración, con las diferentes religiones en el seno de la sociedad española, como las puede mantener con otro tipo de organizaciones civiles