La sentencia del TEDH demuestra un profundo desconocimiento de los que ocurre en la frontera sur

La sentencia dictada el 13 de febrero por la Gran Sala del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) con sede en Estrasburgo, en el caso ND y NT, de Mali y Costa de Marfil contra España es de una extrema gravedad porque legitima las devoluciones en caliente y es en la práctica una patada a los derechos humanos.

Se trataba de pronunciarse sobre la expulsión sumaria (conocida como expulsión en caliente) de dos personas que habían entrado en España saltando la valla de Melilla en 2014. En 2017 el Tribunal condenó a España por estos hechos al considerar que se trataba de una expulsión colectiva contraria a la Convención Europea de los Derechos Humanos. Suponía condenar una práctica habitual en la gestión de las fronteras españolas, desde al menos 2002, sin importar el color político. La sentencia fue recurrida por el gobierno de Mariano Rajoy y el Gobierno de Pedro Sánchez decidió mantener el recurso.

Lo más grave de la sentencia es que subraya la voluntad de los dos migrantes de acceder a España de forma ilegal, alegando que no pidieron asilo en la Oficina de Asilo y Refugio del puesto fronterizo de Beni Enzar, abierta en 2014, después de que se produjera el salto a la valla de estos dos migrantes. Todas las personas migrantes y las organizaciones que trabajan en frontera Sur han denunciado en innumerables ocasiones que es imposible acceder a tales oficinas ya que las fuerzas de seguridad marroquíes lo impiden, financiadas por la UE y en absoluta colaboración con el Estado español. El fotógrafo español y defensor de los derechos de las personas migrantes, José Palazón ha grabado en múltiples ocasiones estas devoluciones a territorio marroquí, algunas de ellas de extrema dureza, una vez que los migrantes han logrado traspasar la valla, es decir, una vez que han pisado territorio español y por tanto no pueden ser devueltos sin un juicio que cumpla con todas las garantías. No existen vías legales ni en España ni en Marruecos para entrar en España, y por tanto a Europa, por eso los migrantes saltan las vallas una y otra vez, esperando incluso años en los bosques colindantes para entrar de la única manera posible: de manera irregular. Aun así, cometer una infracción no priva de derechos humanos. Eso lo afirma cualquier persona con un mínimo de sentido de la justicia, pero además lo dicen juristas y magistrados, como es el caso de Luis López Guerra, un exmagistrado del TEDH, en desacuerdo con la sentencia.  Formó parte del Tribunal que en 2017 condenó las devoluciones en caliente por unanimidad, que consideró ilegales. “El convenio europeo garantiza un mínimo a todos los Estados. “esta sentencia da poder a unos Estados que de otra manera no tendría”.

Pero lo más grave de un gobierno que se dice socialista es haber afirmado que los migrantes actuaron con violencia y por tanto que merecen la expulsión inmediata. Además Marlaska dice que son violentos porque tienen la opción de pedir asilo y no lo hacen. En este sentido se trata de un gran cinismo y una gran mentira… Es el propio gobierno de la nación el que fabrica bulos contra las personas migrantes y esto es de una gravedad extrema, porque los bulos provocan muertes.

Migraciones – Partido SAIn