ELECCIONES EN CATALUÑA

thumbnaildipt0191En las próximas elecciones en Cataluña todos tenemos la grave responsabilidad de expresar nuestro compromiso con la solidaridad pues el dilema entre ser solidario o insolidario brilla en esta cita electoral con especial intensidad.

En un mundo desangrado por las guerras, donde los empobrecidos de la tierra luchan por sobrevivir y cuando todos los europeos asistimos al dramático peregrinar de los refugiados que huyen de las guerras y el hambre, nos aparece en el horizonte la pretensión de crear una nueva frontera que clasifique y divida a las personas.
Este nuevo intento de dar marcha atrás en la historia tiene como promotor las élites catalanas enfangadas hasta el cuello de corrupción y desesperadas por zafarse de la persecución judicial a la que están sometidas. La complicidad de muchos sectores de la sociedad catalana no debe confundirnos: todo nacionalismo es insolidario y el catalán no es una excepción.
La historia de Cataluña está repleta de hitos solidarios de lucha obrera y militante. Era la Cataluña en la que no se preguntaba por el apellido ni la pureza de la raza ni el dominio de un idioma ni por el lugar de nacimiento. Era la Cataluña en la que los problemas sociales eran abordados desde una óptica solidaria e internacionalista. Era la Cataluña en la que brillaron militantes capaces de dar la vida por el ideal sin cobrar.
Y como en Cataluña esa vida ha existido afirmamos que el secesionismo catalán es un nuevo invento burgués. Los nacionalistas catalanes no han tenido inconveniente en colaborar en el Parlamento español con PSOE y PP para aprobar todo tipo de reformas y recortes contra los más débiles. Ha apuntalado el bipartidismo en su exclusivo beneficio en perjuicio de toda la sociedad española y ahora dice que es España quien le está robando.
Denunciamos el triste papel del PSOE que ha olvidado que no se puede ser socialista y seguir apoyando la insolidaridad y no ha querido afrontar la tarea de cambiar un sistema que impone la desigualdad por principio pues exime a sus ciudadanos de mayor renta una mayor aportación a la caja común para financiar el acceso de todos a la sanidad, la educación y demás servicios fundamentales.
La postura de la derecha española tampoco es solución. La solución al nacionalismo no vendrá de la aplicación de la ley. Estos idólatras de las normas jurídicas las usan a su particular conveniencia y no tienen altura moral para enfrentarse a la red del 3% cuando la sede del PP ha sido un trapicheo de sobres y comisiones.
Es la hora de los solidarios. Los Pérez y García son los apellidos mayoritarios en Cataluña y es hora de que manden a paseo a los caciques que trata a Cataluña como su finca particular.

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Salvador Seguí, el libertario catalán asesinado por los pistoleros de la patronal, dijo en los años veinte en Madrid que los que roban en Madrid son los mismos que los que roban en Cataluña y, por ello, planteó la solidaridad de los oprimidos por la justicia y la libertad. Esa es la tarea que tenemos pendiente en estas elecciones.