Corrupción política: cáncer del sistema. Exijamos una política al servicio del bien común

¡Huele a podrido!

Asistimos día tras día a la cascada de noticias en los medios de comunicación sobre la corrupción en los dos grandes partidos políticos, PP y PSOE. De una manera clara al bombardeo mediático en prensa, radio, TV, internet… del caso Bárcenas y el de los ERE de Andalucía, que inundan tertulias, portadas, redes sociales.

Ambos partidos tratan de defenderse: unos con la disculpa de que ellos no sabían nada acerca del señor que manejaba las cuentas de su partido. No sólo es difícil de creer, sino que en caso de ser cierto, supondría admitir que aquellos que no han sabido gestionar las cuentas de su partido con limpieza, lo hacen ahora sobre las cuentas de multitud de administraciones públicas: municipios, comunidades autónomas, el gobierno central. Los otros con la dimisión del presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán y la elección de Susana Díaz (mujer del aparato del partido) como sustituta tratarán de dar la imagen de renovación y regeneración.

Estos, y otros muchas casos, llevan a la conclusión de que la podredumbre de los partidos alcanza niveles insospechados. Ahora bien, la multitud de noticias sobre la corrupción en los partidos políticos camufla y disimula que la corrupción es un cáncer que afecta a todo el sistema.. Como que de los 6.800 funcionarios de la Agencia Tributaria, sólo 322 (el 4%) están habilitados para investigar a empresas con facturación mayor de 4 millones de euros, responsables del 72% del fraude fiscal en España. Como que 1 de cada 4 inspectores de hacienda están en situación de excedencia trabajando para bancos y grandes empresas.

Como que toda la cantidad que espera el Gobierno obtener con las medidas fiscales de choque en impuestos directos para 2013 y 2014 (4.375 millones de euros), no son suficientes para pagar el incremento de los intereses de la deuda pública, desde2012 a2013 (10.000 millones). Como que aquellos que tanto atacan los recortes del gobierno del PP, pactaron con ese mismo partido la reforma de la Constitución Española acordando que el pago de la deuda pública a la banca “gozará de prioridad absoluta”.

La corrupción de los políticos se combate con cárcel y restitución; la corrupción de todo el sistema político con real y con protagonismo de la sociedad en las decisiones que le afectan.

La corrupción política interesa porque hace que la mayoría de la sociedad no quiera saber nada de la política, sometiéndonos a un régimen que no podemos aceptar como democracia real, sino sólo como democracia formal, que privilegia a unos pocos.