Categorías de presos y opresión

Este último mes han ocurrido dos hechos que no me resisto la tentación de comparar.

El pasado 2 de Noviembre fueron enviados a las prisiones de Estremera y Alcalá Meco los ex-consejeros del Gobierno de la Generalitat como medida cautelar ante los indicios de su participación en los delitos de sedición, rebelión y malversación con motivo del proceso que condujo a un denominado referéndum de autodeterminación en Cataluña el pasado 1 de Octubre y a la posterior declaración unilateral de independencia el 27 del mismo mes. Sabemos que estas personas han disfrutado desde un principio de asistencia letrada, con la que se han encontrado reiteradamente, visitas de sus familiares, comunicación con el exterior incluso por medio de redes sociales, y demás derechos que un Estado moderno debe conceder a los privados de libertad. Sin embargo, sus partidos, simpatizantes, así como algunos miembros de otras fuerzas políticas que se ve que pasaban por allí y les pareció bien aquello, les han tildado poco menos que de víctimas oprimidas.

Semanas más tarde, más de 500 personas, entre ellas algunos menores, que llegaban a las costas españolas en patera, como sabemos, huyendo de la miseria y la guerra; sin haber cometido, según nuestro ordenamiento, más que una infracción administrativa son internados en la prisión de Málaga II, situada en el término de Archidona, pendiente de inaugurar, aunque ya con carácter penitenciario reconocido, sin acusación, sin derecho a visitas de sus familiares, con grandes dificultades para acceder a asistencia letrada, incomunicados y en definitiva, en un limbo jurídico que el gobierno ha calificado de provisional -en torno a no más de 60 días- aunque sabemos que, las ilegalidades y las agresiones a los derechos humanos, aunque ocurriesen sólo un minuto son intolerables.

Sabemos que un amplio número de colectivos sociales y políticos, así como instituciones del calado del Defensor del Pueblo, el Ayuntamiento de Málaga, la Conferencia Episcopal Española y el subsecretario de la Sección de Migrantes y Refugiados de la Santa Sede han rechazado tamaño despropósito. Pero podemos pensar que cuando las guerras son entre Goliat y Goliat siempre se tratan mejor mutuamente, que en la milenaria confrontación de Goliat contra David, máxime cuando éste ni roba, ni manipula, ni tergiversa, ni miente y solo busca una vida mejor.

José Manuel Cidre Mascato