VICTIMAS se ESCRIBE con V… de PSV

Escuchaba la radio… `los sindicatos somos víctimas´ decía el Jefe de la UGT (que vive del sindicato desde que tiene 18 años y que no ha cotizado un euro a la Seguridad Social por ningún trabajo… sólo lo que le han cotizado los afiliados por dirigirlos)… `… víctimas…´ Y no pude seguir oyendo.

`…victimas…´ Pensé; víctimas, con v. Como PSV una estafa a miles de familias hecha por el sindicato (víctima) metido a promotor inmobiliario en tiempos de pelotazos urbanisticos.

`No somos comisionistas ni intermediadores´ continuó el tipo. Pero de mi cabeza ya no salía la imagen de pareja de extorsionadores que tras reventar el negocio a un pobre tendero de NY de los años 20… le cobraban una comisioncita para darle la `protección´ que necesitaba. `…Víctimas…´

Cándido, Cándido, Cándico. Toxo, Toxo, Toxo … Ya no hay marcha atrás. Millones de parados (hoy 6.000.000) pero ¿cuantos sumados desde la transicion 20.000.000… 30.000.000? Todas esas familias… sin trabajo, sin ingresos, sin vivienda… sin nadie que les defienda. Esos son las víctimas. Vuestras víctimas. Y ya no hay vuelta atrás por que habeis pasado la linea roja de la corrupción que ya os impide reconocer las excrecencias de vuestra traición. Ya no sabeis quien son las víctimas. Concertasteis tanto con los poderosos que ya os habeis confundido con ellos. Oleis como ellos. Y lo peor… ya nadie que no esté a sueldo vuestro os reconoce como defensores de los obreros.

Cuando un sindicato no es capaz de parar la sangría del paro por que ya no lucha; y no defiende a los trabajadores… cuando ha pasado de defender a los trabajadores a beneficiarse economicamente de cada parado que hay en España… (cobrais entre 250 y 400 euros por `asesoria forzosa´ a cada parado implicado en un ERE. 90 millones de euros en 2011) es que al sindicato ya le interesa más que aumenten los EREs y el paro que eliminarlo.

Mi madre me enseño que un grande le pegue a un pequeño es un abuso y que había que defenderse. Que si un grande siempre pegaba a un pequeño había derecho a organizarse para acabar con el abuso.

Tengo 43 años y la esperanza de asistir al funeral de vuestros sindicatos traidores. Lucho todos los días, contra vosotros en solidaridad con vuestras víctimas (1600.000.000 millones de parados en el mundo y 400 millones de niños esclavos)

Y no descansaré hasta que cese vuestro abuso. Se lo debo a mis predecesores que lucharon y no concertaron y se lo debo a mis hijos.

Víctimas. La pena es que no lo sois.

Julian