Esta propuesta es una llamada en toda regla a generalizar un empleo con bajos salarios, a reducir la productividad y a ahondar las diferencias sociales mediante la creación de una auténtica legión de trabajos mal pagados y de solicitantes de subsidios. Con estas medidas, nos acercamos al modelo económico de Estados Unidos, país en el que la mitad de los trabajadores de Walmart vive de los subsidios públicos.