NO es ZARA TODO lo que RELUCE

 

`¿Vas a escribir contra Inditex?´ Todos los que me habéis oído hablar de este artículo, repetís la pregunta, con éstas o parecidas palabras. Ya adelanto que mi ánimo no es el de criticar a Zara, sino el de describir la realidad de la trastienda de una empresa referente en el mundo, que a mi me sorprendió, y estoy segura que muchos desconocen.

Durante años, miles de mujeres gallegas han trabajado para Inditex. En la práctica no eran sus empleadas, porque si querían coser para la empresa, tenían que hacerlo a través de cooperativas. Es decir, cada una de ellas tenía que pagar su cuota de autónomos y Seguridad Social, y entre todas, pagar el alquiler de un local, los recibos de luz y de teléfono, comprar las máquinas de coser, y demás…

Ésto, en la práctica, suponía para la mayoría tener que pedir un crédito bancario de 500.000 pts. (principios de los años 90) o se lo iban descontando de los beneficios que sacaban al mes.

Una vez pagadas las máquinas, su sueldo medio rondaba las 40.000 pesetas Montada la cooperativa, Zara les enviaba el pedido con el material necesario (tela, hilos, botones…) y la fecha límite para cumplir con el encargo. Lo que en demasiadas ocasiones les obligaba a trabajar hasta doce o una de la madrugada para poder enviar dentro del plazo. El objetivo era claro. No importaba tanto si el pespunte iba recto, como que la prenda se hiciera rápido. De hecho, los mayores problemas entre ellas surgían cuando alguna no era todo lo veloz que se precisaba.

Llegaba fin de mes y la hora de cobrar. Lo primero que recuerdan, es esos `meses buenos´ en los que ganaron 100.00 pesetas, pero fueron tan sólo 2 ó 3 en más de 10 años de trabajo. Los peores… los iniciales. Durante el tiempo que necesitaron para amortizar el capital invertido, hubo meses que no sacaban ni un euro de beneficio. Alguno, si `teníamos mucho trabajo, sacábamos 10.000 pts.´. Una vez pagadas las máquinas, su sueldo medio rondaba las 40.000 pesetas. Y para ser justo, hay que contar, que a pesar de que pueda parecer poco, quienes nos dan su testimonio, confiesan `que valía la pena´ porque conseguían `ganar algo´.

Pero eso ocurría … `cuando hubo trabajo´. En el pueblo donde ellas cosían llegaron a existir hasta 8 cooperativas. Ahora son menos, pero ninguna cose ya para Inditex, porque `cada vez enviaban menos trabajo y pagaban peor´. Y la razón es que la multinacional acabó, como todos sabemos, contratando mano de obra, todavía más barata, en otros países, ahora trágicamente de rabiosa actualidad.

Y así acaba esta historia. Siempre me quedará la duda de si he sido poco crítica con la forma de trabajar de grandes empresas como Inditex. Será… ¿ por qué escribo sobre el topoderoso Amancio Ortega ?

Fuente: Sierra Norte Digital