Los partidarios de liberalizar horarios comerciales siempre venden su idea desde la perspectiva de las ventajas de tener comercios siempre abiertos:
Llega un domingo o un festivo, surge cualquier imprevisto y, qué suerte tener comercios que te saquen del apuro. O bien, qué suerte tener abierto un centro comercial para pasar el día con la familia, en esa suerte de ocio consumista que cada vez se extiende más.
Pocas veces nos hablan de que llegue un domingo, un día de Navidad o de Reyes y tu mujer tenga que trabajar, tu novio tenga que ir a la tienda, o tu hijo no puede estar en la comida familiar porque a su pequeño comercio no le queda más remedio que abrir, ya que si abren los grandes, no se pueden quedar atrás. Y todos sabemos que estas situaciones cada vez están más generalizadas.
También hay datos nada halagüeños de las experiencias llevadas a cabo en otras ciudades. Según la Confederación Española de Comercio desde la liberalización en Madrid, hace seis años, se han perdido 15000 empleos y se han cerrado 2000 establecimientos minoristas. Algunos sindicatos señalan que ciertas empresas han aprovechado para realizar cambios importantes en las condiciones laborales (cambios de turno y horario) que dificultaban aún más la conciliación.
Las propuestas de liberalización de horarios comerciales, y entre ellas las del gobierno municipal de Málaga, las podemos encuadrar fácilmente en una estrategia neoliberal de maximización de beneficios, relegando una vez más a los trabajadores a meros instrumentos de uso para conseguir esa finalidad. Dificultando aún más la conciliación familiar y construyendo al tiempo una sociedad de individuos aislados y desarraigados fáciles de manipular.
Por la dignidad del trabajo que siempre ha de estar por encima del capital nos oponemos a cualquier iniciativa de liberalización de horarios que no ponga en el centro, a la persona.
Partido SAIn Málaga