La virtud de la libertad

Desde los años 90 la Unión Europea ha construido cerca de 1000 kilómetros de muros, lo equivalente a 6 muros de Berlín.

La detención de Carola Rackete y su posterior puesta en libertad ha puesto de manifiesto que hay que volver a conquistar la Libertad con mayúsculas en el viejo continente.

Las políticas de militarización de fronteras, que han convertido a las personas migrantes y refugiadas en una cuestión de seguridad nacional exclusivamente no solo las mata y las somete a esclavitud, sino que ha puesto en riesgo nuestra propia libertad. Desde 2015 en la Unión Europea 158 personas han sido procesadas por ayudar a migrantes. “Estamos intercambiando libertad a cambio de seguridad” nos advierten los procesados Helena Maleno, de Caminando Fronteras y Mussie Zerai, sacerdote eritreo que trabaja en Italia.

Carola y otros muchos han decidido obedecer a la Justicia antes que a leyes injustas. Ya no hay via intermedia. En esa tesitura estamos todos. Si queremos Justicia hay que desobedecer. Oscar Camps, de Open Arms, ha decido levar anclas tras meses de prohibición por parte del gobierno español, conmovido por la fotografía de Oscar y Valeria, salvadoreños, ahogados en Río Bravo hace unos días. Se enfrenta a multas de hasta 901.000 euros.

Ellos y otros muchos han cultivado la virtud de la libertad. Muchas veces somos nosotros los que nos ponemos ataduras interiores que nos ponen un velo ante lo que está ocurriendo. Eso sucede a nivel personal y también político. Muchas personas se rasgan las vestiduras por el aumento de la xenofobia en la política europea. No nos damos cuenta que son los muros han sido financiados con el dinero de todos y han sido levantados a menudo por partidos de “izquierda” (como nuestra valla de Melilla).

Migraciones – Partido SAIn.