La trata de personas en el mundo.

«La explotación y la esclavitud existen porque el trabajo de la gente y su dignidad están siendo machacados por una sistema  injusto. El trabajo generado por los seres humanos y los seres humanos en sí mismos son considerados mercancías que se pueden comprar y vender buscando el máximo beneficio». Intervención de Corina Fuks (SAIn) en el Encuentro Internacional de Mujeres por la Noviolencia y la Paz en la India, organizado por Ekta Parishad.

foto grupal

«Buenas tardes,

Estoy aquí en nombre del partido político SAIn de España. SAIn es el acrónimo de Solidaridad y Autogestión Internacionalista y son los principios que sostienen estas palabras los que nos ha traído a esta Conferencia Internacional de Mujeres sobre acción noviolenta.

En primer lugar, quisiéramos expresar nuestro profundo aprecio y agradecimiento a los organizadores de este evento por invitarnos a participar. Es un honor para nosotros estar presentes aquí; entre aquellos que están haciendo real la promoción de los empobrecidos, que trabajan, a pesar de las dificultades, para hacer del mundo un lugar más justo en el que vivir.

Tengo 10 minutos para hablar y durante los próximos 10 minutos, para cuando haya terminado, al menos otros 20 niños habrán sido vendidos o comprados en el mundo, algunos de ellos – la mayoría niñas- serán utilizados para la explotación sexual comercial o para matrimonios forzados, otros irán al servicio doméstico, otros al trabajo forzado, o incluso para todos estos infiernos juntos, o incluso para que les extraigan los órganos. Esto se llama trata de seres humanos y las cifras más conservadoras afirman que aproximadamente 46 millones de personas son víctimas de la esclavitud moderna en el mundo (Índice de Esclavitud Global 2016).

800.000 personas son víctimas de trata a través de las fronteras internacionales cada año; la mayoría de ellas sufren violencia física y abusos. Los beneficios generados por este horrible negocio convierten a la trata de personas en el segundo crimen más lucrativo del mundo. Se estima que más del 70% de estas personas son mujeres y niñas, el 50% son niños.

Sin embargo, estas son sólo cifras, pero detrás de estos espantosos números hay nombres, madres, padres, hijas, hermanas, hermanos, vidas y sueños destrozados.

corina hablando2Hablamos de Paula, que fue vendida para la prostitución cuando tenía 15 años; ahora tiene 18 y aún vive en un burdel en Argentina.

Camila, que tiene 11 años y que fue vendida para la prostitución hace un par de meses para satisfacer la demanda durante los últimos Juegos Olímpicos de Brasil.

La trata de mujeres nigerianas desde Libia hasta Italia por barco está alcanzando niveles críticos, y los tratantes están empleando los centros de recepción de migrantes como depósitos para las mujeres, desde los que son seleccionadas y forzadas a prostituirse en Europa. Alrededor de 3.600 mujeres nigerianas llegaron en bote a Italia en los seis primeros meses de este año.

En el oeste de Nepal, al menos 25.000  chicas jóvenes son vendidas para trabajar forzadamente en la servidumbre por sólo 30 dólares. Se las conoce como Kamlaris y estas niñas pequeñas son vendidas como ganado. Sufren abusos físicos, sexuales y emocionales.

En los bosques montañosos de Jharkand, en la India, niños de tan sólo 10 años pican las rocas de la montaña. Otros llevan las cestas con las rocas a lo alto de la mina para revisar su contenido y separar los fragmentos brillantes de los escombros. Estos fragmentos brillantes son mica, el mineral que aporta el brillo a nuestro maquillaje.

Gharigbgol, de seis años, fue obligada a casarse con un hombre de 55 años a cambio de una cabra, arroz, té, aceite y azúcar en Afganistán.

En España, dos niños – ambos de 3 años- fueron encerrados en una casa. Sufrieron malnutrición y eran sedados por sus captores que les retenían para obligar a sus madres a prostituirse en Francia.

Para ayudar a su familia, Jocelyn, de 26 años, dejó su hogar en el norte de Filipinas para trabajar en el servicio doméstico en Singapur. Una semana después cayó en las manos de una pareja que le pegaba frecuentemente. Esta terrible experiencia empeoró 3 meses más tarde, al no recibir su salario y ser acusada injustamente de robo. Tras ser obligada a firmar una carta de confesión, la detuvieron en la prisión de mujeres de Changi.

En 2015, la industria exportadora de Bangladesh batió un nuevo record, beneficiando a empresas como H&M, Mango, Primark, Gap, Walmart, pero el coste humano detrás de las rebajas,y no sólo las rebajas, es la esclavitud. Los trabajadores son explotados y obligados a trabajar jornadas eternas por un salario de miseria, en un ambiente de abuso y violencia, donde no existen las mínimas condiciones de seguridad. Ahí está el colapso del edificio de Rana Plaza, que mató a 1.246 personas, para recordarnos a todos hasta qué punto todo esto es cierto.

Quisiera señalar que estoy poniendo el énfasis en esta intervención fundamentalmente en las mujeres y las niñas porque ellas están gravemente afectadas y considero apropiado destacarlo en una Conferencia Internacional de Mujeres. Sin embargo, esto no significa que la esclavitud esté limitada a las mujeres. La avaricia por el poder y el dinero también afecta a los padres de estas mujeres, los hijos, hermanos, maridos, padres, amigos… Ellos también son esclavizados en la industria pesquera, en la textil, en las minas, en la agricultura y la construcción, en los hornos de ladrillos, básicamente en casi todo el sector primario y secundario… y lamentablemente, el número de niños obligados a prostituirse también está creciendo dramáticamente.

auditorioHasta la fecha, las consecuencias sociales, mentales y físicas de la trata de seres humanos ha recibido tristemente poca atención, en particular cuando se compara con las respuestas a la trata centradas en la aplicación de la ley y la inmigración. Para la gente que sufre la trata, el daño a su salud a menudo se acumula, lo que hace necesario abordar cada etapa del proceso de la trata. En cada etapa, los menores, las mujeres y los hombres pueden sufrir abuso psicológico, físico y/o sexual; pueden ser forzadas o coaccionadas con drogas o alcohol, restricciones sociales o manipulación emocional, explotación económica, deudas impagables e indefensión legal. Los riesgos a menudo persisten incluso después de que la persona haya sido liberada y sólo un pequeño porcentaje accede a servicios post-trata o recibe una compensación financiera o de otro tipo.

La trata de personas, sin embargo, no ocurre de forma aislada. Es parte de un sistema de explotación, donde el capital está sobre el trabajo. A cualquier persona que se le pregunte estaría de acuerdo en que la trata de personas es un crimen horrible. En casi todos los países, al menos en teoría, es ilegal, condenada y castigada. Sin embargo, es esencial ver que está al final de un sistema opresor y que sin la especulación legal, las políticas migratorias injustas y deshumanizadoras, los controles de fronteras que ponen a estas personas en manos de los tratantes y mafiosos, sin el desempleo, la explotación legal y la ausencia de derechos laborales, la trata de personas apenas existiría.

La explotación y la esclavitud existen porque el trabajo de la gente y su dignidad están siendo machacados por un sistema injusto. El trabajo generado por los seres humanos y los seres humanos en sí mismos son considerados mercancías que se pueden comprar y vender buscando el máximo beneficio. La trata de personas está causada y alimentada por los mecanismos financieros y la primacía de la economía sobre la política, las guerras, los muros en las fronteras, las políticas migratorias restrictivas, la ausencia de leyes justas, un sistema institucionalizado como una mafia y, por supuesto, la demanda de las multinacionales de mano de obra barata junto con nuestra demanda de productos baratos o de prostitución. Tristemente, no hay duda de que también es debido a nuestra indiferencia y nuestra inacción.

Por otro lado, al principio de esta intervención dije que era un honor para nosotros estar aquí, compartiendo este encuentro con personas que están trabajando para sustituir las políticas injustas y las estructuras económicas por un sistema justo y noviolento. Aquí hay representantes sólo de algunas organizaciones, pero hay otros cientos de organizaciones en todo el mundo que están en marcha.

En cualquier país donde hay víctimas de trata de seres humanos, hay también gente asociada creando conciencia, denunciando la injusticia, asistiendo a las víctimas, organizándose para hacer presión  y conseguir que se aprueben y se cambien las leyes para poner fin a la esclavitud y la explotación. Puedo mencionar a la asociación La Alameda en Argentina, a Shatki Samuha, un grupo de ex-esclavas sexuales nepalíes que están liberando a mujeres y niñas de la trata en la India y en China,  en España el Movimiento Cultural Cristiano ha estado denunciando la esclavitud infantil durante décadas, así como un grupo inter-eclesial y una red de asociaciones que están trabajando contra la trata de personas y asistiendo a las víctimas; en México la Comisión de Derechos Humanos y Laborales de Tehuacán; el Frente de Liberación de Trabajo Forzado de Pakistán,  la Congregación del Sagrado Corazón de Jesús en Nigeria, la asociación de mujeres trabajadoras Attawasol en Marruecos, solo por mencionar algunas.

Estando en la India, no puedo dejar de mencionar a Apne Aap Women Worldwide, fundada por Ruchira Gupta con 22 mujeres del distrito rojo de Bombay. Estas mujeres han muerto por el hambre, el suicidio y las complicaciones relacionadas con el SIDA, pero su labor y su visión de un mundo sin esclavitud continúa hoy en día, llegando a más de 21.000 mujeres y niñas.

Somos gotas de agua en un océano, moviéndonos para cambiar la marea y, queridos amigos, la marea está cambiando. Nuestra revolución es por la paz, la libertad, por un mundo sostenible donde no haya hambre, ni esclavitud, ni explotación y, aunque sabemos que nosotros no veremos estos objetivos, estamos iniciando procesos que impliquen a otros, para hacer acciones juntos, para marchar juntos y, caminando, acercarnos más y más a esos objetivos. Caminando allanaremos el camino para alcanzarlos algún día para nuestras futuras generaciones.»