¿Es de izquierdas el gasto social? (Reflexión tras el récord histórico de tributación en España)

ImpuestosEsta semana hemos conocido que se ha batido el récord de recaudación tributaria en España. Contra lo que suele estar en la opinión pública, son los pobres los que más aportan a las arcas del Estado. Así, los datos publicados esta semana muestran que, del importe recaudado, la mayor parte corresponde a IVA e IRPF, a mucha distancia del Impuesto de Sociedades o de Patrimonio. Y son precisamente las familias con menos recursos las que aportan más por IVA e IRPF.

Un informe de la Fundación Fedea, financiado por grandes corporaciones como Abertis Repsol o Santander ponía de manifiesto cómo la presión fiscal en España es prácticamente igual entre el 20% de los más ricos y el 20% de los más empobrecidos. Especialmente importante y a la vez injusto es el IVA, el impuesto que más recauda y el que más crece, y que grava de la misma forma a las personas independientemente de su renta, de su riqueza, o de si tienen o no ‘papeles’. Por tanto, cuando se habla del gasto cómo medida de la izquierda, es muy importante tener presente que los impuestos los pagan mayoritariamente los pobres.

tributarios660Es ya norma en los Parlamentos y Ayuntamientos que los partidos que se dicen de izquierdas alardear constantemente de proponer, y a veces ejecutar el llamado gasto social, en sus múltiples formas – servicios sociales pobreza energética, ayudas al alquiler, etc.- de forma que al fin serán los pobres los que financien las ayudas para los pobres. En el colmo de este planteamiento socialdemócrata ha venido implantándose en la opinión pública el tema de la renta básica universal, vendiéndose como la utopía de izquierdas una medida que tiene el apoyo del mismísimo Foro de Davos, el club oficial de los más ricos y poderosos del mundo.

En nuestra opinión, estas medidas basadas en distribuir dinero del Estado a través del llamado gasto social, no son verdaderas políticas de izquierdas, sino simplemente parches a un sistema que extrae los frutos del trabajo y los recursos naturales hacia una minoría de la población cada vez más enriquecida, y luego reparte una fracción de esos frutos para mantener esa pax romana llamada estabilidad.
No es posible plantear una política que sea realmente de izquierdas sin que proponga medidas para invertir esta espiral creciente de apropiación de los recursos naturales y del trabajo que está en la base misma del sistema económico desde hace al menos 200 años.

Miguel Fernández