Los refugiados se topan con muros, ejércitos, vallas con concertinas, explotación, indiferencia y falsas promesas de solidaridad. La nueva legislación europea permite que la policía registre e incaute a los solicitantes de asilo dinero en efectivo y objetos de valor: es la nueva modalidad de la economía de empresa y el emprendimiento que comienza por expropiar lo necesario para vivir.
Estas formas antidemocráticas y fascistas se hacen en nombre del bienestar, para que así se pueda “compensar”, según el gobierno danés, la carga financiera que supone acoger inmigrantes. La mentira al servicio del robo. La realidad es que solo Alemania necesita (explotar a ) 700.000 inmigrantes al año para mantener su nivel de riqueza.