El precio radicalmente distinto del mismo plato en diferentes lugares del mundo

El gran problema es doble: la exageración que supone el plato en el sur global (que genera hambre) y la exageración que supone que en el norte global el precio de los alimentos haya hecho que estos se banalicen hasta el punto de despilfarrarlos o de jugar a especular con ellos en las bolsas.
En el sur la alimentación (muy deficiente) puede suponer el 75% o más de la renta familiar. En el norte menos del 15%.

Crea hambre y obesidad a la vez.

Dependiendo del lugar del mundo en el que vivas o trabajes deberás destinar un porcentaje totalmente distinto de tus ingresos en tu alimentación diaria. Una infografía refleja las radicales diferencias entre una ciudad desarrollada y las regiones más pobres.
Existe una enorme disparidad si hablamos de los costes de la alimentación básica a lo largo y ancho del mundo debido fundamentalmente a la distancia existente entre los salarios, el nivel de vida y el precio de los ingredientes fundamentales. Mientras que las personas en las naciones desarrolladas tienden a gastar una porción mediana o pequeña de sus ingresos alimentándose a sí mismas y a sus familias, las personas de las naciones más pobres a menudo tienen que invertir un porcentaje muy elevado de sus salarios para obtener alimentos que abastezcan a sus familias.
Las comidas más caras del mundo
Un informe del Programa Mundial de Alimentos (PMA) se centró en medir el “verdadero” coste de un plato de comida básico como un guiso o un plato de frijoles en todo el mundo con respecto a la capacidad económica media de las personas en sus lugares de origen. Para ello, la investigación analizó la proporción del ingreso diario que las personas gastan en alimentos en diferentes países y comparó los resultados en proporción a un residente de Nueva York, que debería gastar el 0,6% de su ingreso diario (en torno a 1,20 dólares diarios) en ingredientes para elaborar un simple cocido de frijoles de 600 kilocalorías.
Alguien que resida en la India también encontraría esos ingredientes relativamente más asequibles, pagando 9.25 dólares o el 4.5% de sus ingresos diarios. En otras regiones del planeta, y especialmente en gran parte de África, la situación es mucho más sombría. Mientras que alguien en Haití tendría que dejarse el 35% de sus ganancias diarias para preparar este plato, los costes en Sudán del Sur rebasarían el 155% de las ganancias diarias, lo que implicaría tener que trabajar un día y medio por un plato básico de comida, lo que evidencia el hambre.
Pese a que este país tiene reservas de agua y petróleo, así como tierras de cultivo y ganado, la falta de infraestructura y las inundaciones estacionales han causado interrupciones severas en la importación de de alimentos. De este modo, el PMA descubrió que el precio real de un plato de guiso de frijoles en Sudán del Sur equivaldría a 321,70 dólares.
Infografía | Statista
Fuente | Forbes