El negocio de la esclavitud en las fronteras

209-VDe las alrededor de 40.000 personas que circulan diariamente entre la localidad marroquí Beni Enzar y Melilla, solo 10 por ciento lo hace con visado. Los porteadores deben mostrar su pasaporte y el resto cuenta con un permiso especial, acordado entre el gobierno español y marroquí, para trabajar durante el día a Melilla y regresar a pernoctar a sus hogares: trabajo doméstico, comercio. . Esta corrupción legalizada entre los gobiernos “hermanos” de Marruecos y España reporta 1.400 millones de euros anuales (1.800 millones de dólares) en los dos lados de la frontera y supone un tercio de la economía de las dos ciudades autónomas españolas