El pueblo catalán decidió el 25-N que sean 3/4 partes los diputados del Parlamento de Cataluña partidarios del banderín con estrella del derecho a decidir
En el núcleo del debate político encontramos la siguiente zumbante máxima: `la voluntad del pueblo catalán, representada en este Parlamento, es realizar la consulta; toda oposición al derecho a decidir es antidemocrática´.
Esta grave e insultante acusación, exige cierto temple para no entrar a capote, que a pesar de prohibir la Fiesta, manejan con infantil audacia.
En un ejercicio prodemocrático –el listón lo marca el banderín estrellado- imaginemos que la consulta planteara ir o no a `una guerra armada contra otro pueblo´, ¿sería una consulta legítima y democrática?
¿Estamos o no de acuerdo que la oposición a una consulta es forzosamente antidemocrática? ¿Quizás es la oposición a una consulta la única forma de defender la democracia, o la libertad, o la justicia?
¿Estamos de acuerdo que el uso de las herramientas democráticas no garantiza el ser demócrata? ¿Es determinante, en cualquier consulta, el contenido de la pregunta?
La opinión pública catalana de manera mayoritaria acusa de anti demócratas a quienes nos oponemos a la consulta….sin más diálogo, a secas, nos dan la butifarra.
¡¡¡¡En casa de los parados, de los hambrientos, en el taller de los niños esclavos, esa consulta significa más hambre, más paro y más esclavitud infantil!!!!!
Amarga tristeza de la libertad es reducir el verdadero espíritu democrático al estado de gramófono: éste es el verdadero enemigo de la democracia.
Por Marcelo Chatarra.