Contra la pandemia de la guerra no se quieren vacunas

Ante la complicidad del gobierno, se ha convocado una jornada mundial de acción el 25 de Enero.

En este año tan marcado por el drama del COVID-19, parecen haberse olvidado las otras pandemias que azotan nuestro este mundo globalizado en el que, hoy más que nunca se hace evidente la interrelación entre todos los países.

La guerra es una gran pandemia que sigue causando estragos y el virus que la alimenta es la fabricación y venta de armas de la que los gobiernos occidentales son directamente responsables.

Un ejemplo paradigmático lo constituye la guerra del Yemen en la que Arabia Saudí y Emiratos Árabes siguen utilizando bombas y equipos militares fabricados en nuestro país. Diversas organizaciones llevan años denunciándolo e incluso, el PSOE y PODEMOS, actualmente en el poder, criticaban al PP por las autorizaciones gubernamentales a estas ventas de armas, que violan la legislación internacional y nacional. También denunciaban la falta de transparencia de la Junta Interministerial para el Comercio y Control del Material de Defensa y Tecnologías de Doble Uso (JIMMDU). Como era de esperar, ahora son ellos los que autorizan dichas exportaciones vergonzosas y mantienen el hermetismo.

El actual gobierno otorgó 22 licencias de venta de material militar a Arabia Saudí durante 2019, mientras que sobre 2020 no hay aún datos disponibles. En un informe sobre las exportaciones de material de defensa realizadas en los dos últimos años, la campaña Armas Bajo Control destaca precisamente que las licencias de exportación de armamento al régimen saudí en 2019 sumaron un importe de 392,78 millones de euros, lo que «supuso 30 veces más que el año anterior».

Entre las licencias concedidas figuraban «76,2 millones de euros en munición, 1,3 millones en bombas y 315 millones en aeronaves, además de armas ligeras (por valor de 0 euros) y sistemas de dirección de tiro (3,8 millones de euros). La inmensa mayoría (97,1%) fue para las Fuerzas Armadas saudíes y el 2,9% restante para empresas privadas», apuntaba el documento de Armas Bajo Control.

En noviembre, Amnistía Internacional se ha dirigido por escrito a los ministerios de Comercio, Transporte y Hacienda y a la Delegación de Gobierno en Andalucía para pedir información sobre la operación de carga en el puerto de Motril hacia el barco saudí Bahri Yanbu y reclamar que se impidiese una posible carga de armamento, remarcando que implicaba una vulneración de la legislación internacional. Citó además dos recomendaciones incluidas en un reciente informe del Grupo de Expertos sobre Yemen del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, donde se solicita precisamente a los Estados que se abstengan de proporcionar armas a las partes que podrían utilizarse en el conflicto en territorio yemení.

La lucha social y política contra esta canallada continua.

El 25 de Enero de 2021 se ha convocado una JORNADA MUNDIAL  CONTRA LA GUERRA EN YEMEN convocada por más de 115 organizaciones de EE. UU., Reino Unido, Yemen, Australia, Bangladesh, Canadá, Chile, Francia, Alemania, India, Italia, Polonia, España, Suiza y de todo el mundo

En dicha convocatoria se hace un llamado a las personas de todo el mundo para que protesten por la guerra el 25 de enero de 2021, pocos días después de la inauguración presidencial de Estados Unidos y el día antes de la Iniciativa de Inversión Futura «Davos en el desierto» de Arabia Saudita. Pedimos a las personas y organizaciones de todo el mundo que convoquen protestas, con máscaras y otras precauciones de seguridad, en sus pueblos y ciudades ese día y dejen en claro que el mundo dice no a la guerra en Yemen.

Más información sobre esta acción en Stop War

Rodrigo del Pozo