Nuestras casas, nuestras calles, los centros comerciales, nuestro consumo muestran a diario productos elaborados con las manos de los niños esclavos. 400 millones de niños viven hoy tras el humo de los basureros, arriesgan sus vidas como pescadores de perlas, trabajan en las minas para producir nuestros productos cosméticos, para las nuevas tecnologías; son secuestrados para ser niños soldado; viven entre balazos y violaciones en las calles; son utilizados en el comercio de órganos, en los prostíbulos, en los talleres de manufacturas…
Hoy más que nunca es necesario la asociación para exigir la erradicación de la esclavitud infantil. No son niños trabajadores como falazmente proclaman; son niños esclavos. Forman parte de los últimos que el partido SAIn defiende y quiere defender en la vida política.