El pasado 1 de Febrero un grupo de mujeres se manifestaba frente a la Fiscalía General del Estado con carteles que ponían `Soy la madre de Abdelali´ o `Soy la madre de Nor Edoine´. Son los nombres de algunos de los inmigrantes víctimas del atropello de la Guardia Civil a una patera cuando pretendía interceptarla. Unos están muertos y otros en las cárceles denominadas CIEs.
Gracias por manifestaros frente a los grandes de este mundo para recordarnos que las leyes están contra los pobres. Otro de los carteles que llevaban decía `el gobierno remata los atropellos de la Guardia Civil´. Y es que los inmigrantes que sobrevivieron van a ser repatriados, impidiendo que en el juicio en el que presumiblemente se esclarecerán las responsabilidades cuente con los testigos que sufrieron el accidente.
Gracias por testimoniar que la lucha solidaria o es universal, internacionalista o se convierte en defensa de privilegios corporativos. La aspiración a la fraternidad universal ha estado presente en todos los hombres de grandes ideales y vidas solidarias. Sirva como ejemplo la vida de Julius Nyerere, conocido como padre del socialismo africano, que escribió `El auténtico socialista africano no mira a una categoría de hombres como sus hermanos y a otra como sus enemigos naturales. No se alía con los `hermanos´ para exterminar a los ´no-hermanos´. Antes bien, considera a todos los hombres como sus hermanos, como miembros de su familia extendida hasta el infinito. La sociedad es un ensanchamiento de la célula familiar base, que no se reduce a los límites de la tribu, ni siquiera a los de la nación. Ningún auténtico socialista africano puede dirigir su mirada a una línea trazada en el mapa y declarar que las personas de este lado de la línea son mis hermanos, pero los que viven al otro lado de la línea no tienen ningún derecho sobre mí´
Soy madre y a veces estúpidamente hasta me creo solidaria. Pero este grupo de mujeres han conseguido sacarme los colores. Yo nunca me he puesto un cartel así. Pero tienen toda la razón. Claro que sí, los inmigrantes que mueren en el estrecho son también mis hijos, vuestros hijos, nuestros hermanos.