Presentación de la Exposición fotográfica «Entre fronteras. Migrantes en lucha», por Ester M., fotoperiodista
Queremos empezar este acto recordando a Batul El Hicoo.
Murió hace 3 días en Castillejos, una ciudad marroquí fronteriza con Ceuta. Era una mujer porteadora, una de las 8000 mujeres “mula” o transfroterizas, que cargan con fardos de 70 kilos o más, y que cruzan la frontera de España con Marruecos por entre 5 y 10 euros al día. Murió víctima de un golpe y aplastamiento del resto de porteadores. Una muerte que no es excepcional. Batul El Hicoo se puso a trabajar como Porteador cuando su marido calló enfermo, para pagar los medicamentos que necesitaba y someterse a un tratamiento de fertilidad para tener un hijo. Hace una semana perdió al bebé que esperaba (También él murió víctima de esta explotación) y pocos días después fue ella quien murió. Su familia dice “pasamos por las fronteras como si fuéramos borregos, sin derechos”
Este contrabando de mercancías legalizado entre los gobiernos de Marruecos y España reporta 1.400 millones de euros anuales (1.800 millones de dólares) en los dos lados de la frontera y supone 1/3 de la economía de las dos ciudades autónomas españolas.
Esther, que luego os presentaré, está haciendo un trabajo fotográfico sobre estas mujeres. Partido SAIn denunció esta realidad hace más de un año.
Las fronteras matan. Esta es la realidad. Casi 4200 personas murieron en el mediterráneo en 2016. Más de 10.000 muertos desde 2014. Los datos más optimistas dicen que 1 de cada 29 personas que intenta cruzar el mediterráneo muere.
Las fronteras matan…. y son un negocio para las mafias y traficantes de personas, para los gobiernos, para las grandes empresas multinacionales. Nuestro amigo Agustín, lo conocimos aquí en Santander, salió de Sudan del Sur, con su madre debido a la guerra. Nos decía: “Intenté cruzar en patera 8 veces. Cada intento 2000 €. Los traficantes a los que pagábamos estaban conchabados con la policía marroquí. El gobierno de Marruecos se enriquece con nosotros”. Antes de llegar a Marruecos, y aún de niño, estuvo en el chat, donde su madre murió. Allí se encontró con otra guerra y retiraba del campo de batalla, junto a otros niños, los cuerpos de los soldados muertos. Por una mísera cantidad de dinero, pero que necesitaba para vivir. Más negocio. De allí fue a Libia donde estuvo trabajando limpiando petroleros. Inhalando gases tóxicos. También el gobierno libanés se enriqueció explotándole.
Las fronteras son premeditadamente permeables. Los muros no se construyen para impedir que pasen los inmigrantes sino, sobre todo, para someter y explotar a la mano de obra, favorecida esta explotación por su condición de “ilegalidad administrativa”. En el partido denunciábamos como inmigrantes Sirios trabajan en Alemania por 1€ la hora. ¿Acogida o explotación?
Las fronteras matan y son un negocio. Pero no sólo económico. También político. Se usa por los gobiernos para “politiquear” o mercadear con las personas por intereses espurios. Hace unos meses, Ceuta vivió el salto más numeroso de las últimas décadas. Unos 500 migrantes habrían llegado a la ciudad autónoma de España sorteando la alambrada fronteriza. Numerosos heridos a ambos lados. Es curioso pero todo esto surgió varios días después de que las autoridades de Marruecos advirtieran el pasado 6 de febrero, a través de un comunicado, que el cumplimiento de la sentencia de la Corte de Justicia de la UE del 21 de diciembre que excluye al Sahara Occidental dentro del acuerdo agrícola, tendría consecuencias en varios ámbitos, principalmente el migratorio.
El ministerio de Agricultura marroquí señaló que cualquier obstáculo respecto a los acuerdos agrícolas y de pesca conllevaría el riesgo de que se reanude “el flujo migratorio que Marruecos, mediante un esfuerzo sostenido, ha conseguido gestionar y contener”. Analistas y fuentes saharauis aseguraron que este salto “nada tiene de casualidad” y que Marruecos pretende presionar a la Unión Europea.
A los inmigrantes se les han robado todo tipo de derechos: por supuesto, derechos laborales, pero también derechos políticos, pues solo tras largos años de trabajo adquieren el rango de “cuidadanos” en los países de acogida. O el derecho a la asistencia sanitaria. Son más muros interiores con los que se tienen que enfrentar. Nuestro país, que se comprometió a acoger a 19.500 personas, sólo lo ha hecho con el 4,57 % de ellas. Ya hay una plataforma (Stop Mare Mortum) que junto con la Comisión de Defensa del Colegio de Abogados de Barcelona han iniciado un procedimiento legal para exigir a España el “cumplimiento inmediato” de los compromisos adquiridos con la UE. Por otra parte, un compromiso ridículo si se tiene en cuenta la acogida que realizan países empobrecidos. Uganda, recibió a 489.000 refugiados sudaneses el año pasado, más que todo el continente europeo. De los más de 4 millones de refugiados sirios, 1,9 millones se encuentran en Turquía. El 86% de las personas refugiadas en el mundo son acogidas en los países más empobrecidos. Los principales países de acogida son Turquía, Pakistán, Líbano, Irán, Etiopía y Jordania.
PERO LAS FRONTERAS NO SÓN SÓLO NEGOCIO económico y político, NO SÓN SOLO ASESINAS. TAMBIÉN SON LUGAR Y PRETEXTO DE LUCHA SOLIDARIA. Esto lo va a contar Esther mejor que yo. Ella, como el Partido SAIn ha estado hace poco con Enrique Morones, de la Asociación “los Ángeles de la Frontera”, que se centran en la frontera que separa Méjico de EEUU. Cuando estuvimos con él nos hablaba de acciones solidarias que Ángeles de la Frontera ha hecho y lograron generar presión política y opinión pública a favor de la solidaridad: acción permanente de poner agua en el desierto que atraviesan los migrantes; celebraciones en el Parque de la Amistad (muro) para que las familias puedan encontrarse; caravanas de coches que recorrieron más de 40 ciudades, 10.000 millas, con el lema “no queremos ni una muerte más”; acciones en los cementerios en los que inscribían “no olvidados”; movilizaciones por todo el país, etc. En el Partido SAIn queremos colaborar y promover este tipo de asociacionismo solidario. En España también hay asociaciones en solidaridad con los inmigrantes. Asociaciones implicadas en restituir el derecho a la asistencia sanitaria a los inmigrantes empobrecidos. Asociaciones que se han unido para hacer Caravanas a Grecia o Melilla denunciando las políticas migratorias y de asilo de la UE y estado español.
En Madrid estamos colaborando con varias asociaciones (de vecinos, ONG, sindicatos, asociaciones eclesiales…) en una iniciativa que quiere exigir un cambio de rumbo en las políticas de acogida y unas vías legales y seguras de llegada. En Burgos promovimos un acto de denuncia contra las redadas y detenciones de inmigrantes en la estación de autobús. En la mayoría de ciudades de España los militantes del SAIn hemos tenido actos de este tipo.
En nuestro programa político defendemos el derecho de todas las personas a la libertad de movimiento entre países, a la libertad de establecerse en donde estime, al acceso al trabajo y no verse forzado a tener que emigrar; la eliminación de los sistemas de control de fronteras (como el FRONTEX) y el cierre de los CIEs (pero no sólo los españoles, porque se pueden cerrar los de nuestro territorio y trasladarse a los países empobrecidos, donde las condiciones son aún peores).
Doy paso ya a Esther con el testimonio de un alcalde siciliano, Leuluca Orlando, en su lucha por abolir el permiso de residencia y permitir la libre circulación. Cada vez que llega un barco con refugiados rescatados al puerto de Parlemo, él mismo sale a recibirlos y les dice “Buenvendios, lo peor ya ha pasado, ahora sois ciudadanos de Palermo”. Y con las Palabras de la Alcaldesa de Lampedusa Giusi Nicolini, con las que escribió a la Unión Europea meses antes de la muerte de más de 350 personas frente a las costas de su isla, preguntando: “¿Cuán grande ha de ser el cementerio de mi isla?“ (para que la UE actúe). De esta política nos fiamos.
Esther M. es fotoperiodista freelance que ha realizado reportajes en diferentes lugares del mundo como México, Nicaragua, Italia, Alemania o España, muchos de ellos relacionados con la migración forzada y los Derechos Humanos en las fronteras.
Graduada en Comunicación Audiovisual, estudió en la Universidad de Granada, en la Università degli studi La Sapienza (Roma) y en la Universidad Cristóbal Colón de Veracruz (México), donde ha realizado varias exposiciones fotográficas.
Ganó el primer premio en el concurso de fotografía organizado por el Centro de Estudios y Reflexión de la Mujer de Veracruz por una fotografía de Las Patronas (candidatas a Premio Princesa de Asturias de la Concordia 2015), con quienes ha trabajado en reportajes fotográficos y mantiene contacto. También ganó el premio en la categoría de Periodismo en los premios Hebe 2016 en Granada por sus diferentes trabajos nacionales e internacionales.
Asimismo, realizó un reportaje fotográfico por el 70 aniversario de la liberación del campo de concentración de Dachau (Alemania) y ha cubierto diferentes marchas en Italia, España y México. Todas ellas relacionadas con la lucha no violenta de los migrantes por la seguridad en las fronteras y el derecho a no tener que emigrar.
Actualmente está trabajando en un reportaje sobre las Porteadoras de Ceuta y la brutal situación a la que están sometidas en la Frontera Sur.
Agradecemos tu trabajo Esther. Gracias por estar hoy con nosotros.
Manuela Contreras