LOS NACIONALISMOS HAN PROVOCADO MILLONES DE VÍCTIMAS

Los nacionalismos han provocado millones de víctimas a lo largo de siglo y medio de existencia. Guerras, terrorismo, exclusión o genocidios se han sucedido en toda la geografía mundial por causa del mismo. Los trabajadores empobrecidos de Europa combatieron y superaron las divisiones de los nacionalismos desde la asociación internacional obrera.

En España el nacionalismo surgió como fenómeno asociado a la burguesía. Las regiones en las que más se desarrolla el nacionalismo han tenido a lo largo de la historia (con la república, la dictadura franquista, o la democracia) un poder desmesurado de influencia en el país, han mantenido privilegios anacrónicos como sus regímenes fiscales y económicos (cupo vasco, régimen catalán, convenio económico de Navarra), y se benefician de situaciones injustificables como un sistema electoral que les otorga una representación parlamentaria de una desproporción manifiesta. Los inmigrantes llegados de otras zonas de España y de otros países han sostenido y sostienen el peso del desarrollo de estas regiones.

Los nacionalismos siempre conducen a la división y la violencia; extremo que queda plasmado en múltiples hechos y actitudes como la negación planificada de España (textos escolares que manipulan la historia común de los españoles e inducen al odio), la imposición lingüística, la insolidaridad con el resto de regiones (apoyos políticos al gobierno de turno a cambio de ventajas económicas excluyentes), el sostenimiento de los violentos y sus afines (subvenciones y respaldo a entidades vinculadas al nacionalismo más radical e incluso al terrorismo), o el chantaje secesionista (plan Ibarretxe o consulta independentista catalana. Como consecuencia de todo ello el nacionalismo ha provocado y continúa provocando miles de víctimas a su paso. El terrorismo de ETA, ha provocado cerca de 1000 muertos, a los que hay que sumar miles de amenazados, heridos, familias destrozadas, más de 200.000 exiliados… Por parte de ETA no ha existido una sola palabra para reparar tanto dolor.

EL NACIONALISMO ATENTA CONTRA LA SOLIDARIDAD

El nacionalismo es contrario a la solidaridad, la autogestión y el internacionalismo. En la historia los nacionalismos siempre han sido incompatibles con los movimientos de liberación de los empobrecidos. El movimiento obrero en la Europa del s. XIX rechazó el nacionalismo por considerarlo parte sustantiva de la ideología burguesa, ya que dividía al proletariado para romper la solidaridad y facilitar su explotación. Hoy vivimos una situación de “imperialismo mundial” en la que el poder está concentrado en manos de unas pocas personas; para perpetuar esta situación, el nacionalismo disgrega y divide a los pueblos.

No es moralmente aceptable ninguna concepción para la cual la nación, el estado o las relaciones entre ambos se pongan por encima de la vida de cualquier persona, del bien común y de la justa distribución de los bienes entre todos los pueblos de la Tierra, especialmente entre los que más lo necesitan. Es inaceptable la negociación política con el terrorismo, el chantaje nacionalista y el silencio ante el mismo.

NI BANDERAS NI FRONTERAS, EL DESTINO DE LA HUMANIDAD ES LA FRATERNIDAD UNIVERSAL

El internacionalismo es el principio político que favorece la construcción de comunidades solidarias. Para el partido SAIn el destino inevitable de la humanidad es la fraternidad universal. Abogamos por la convivencia en paz, por la lucha a favor de la vida y dignidad de todo ser humano, y la superación de banderas y fronteras. El partido SAIn plantea como pasos para ello:

  1. La erradicación de la violencia nacionalista. La construcción de un proceso de reconciliación entre todos los españoles partiendo de la petición de perdón y de la restitución moral a las víctimas de la violencia nacionalista.
  2. La modificación de la Constitución y de las leyes que amparan el privilegio y el robo de las regiones enriquecidas, suprimiendo los privilegios fiscales y legales (cupo vasco y convenio económico de Navarra) y asegurando la restitución a las regiones más empobrecidas.
  3. La aprobación de una legislación común que garantice el libre el uso y conocimiento de todas las lenguas oficiales del Estado. Promoción del conocimiento de las lenguas que más nos posibilitan entendernos y crear vínculos de fraternidad internacionales.
  4. Poner todos los medios para hacer posible un internacionalismo solidario uniéndonos a las luchas NoViolentas de liberación de los empobrecidos del mundo.