Muchos inmigrantes siguen atrapados en el “carrusel de la pobreza”, fundamentalmente por la dificultad de ser regularizados de forma estable y duradera. Según los últimos datos, en 2016 se abrieron 171 expedientes de expulsión en Burgos y a 31 de Julio de este año ya había 78.
El miércoles 25 de Octubre, militantes y simpatizantes del SAIn de Burgos tuvimos un diálogo sobre la política municipal del Ayuntamiento de Burgos.
Comenzamos constatando que son absolutamente falsas las típicas afirmaciones del tipo “los inmigrantes se llevan todas las ayudas sociales”. Desde hace años la política de servicios sociales es UNIVERSAL, es decir: los inmigrantes son tratados por los servicios sociales exactamente igual que los nacionales; entran por las mismas vías y acceden a los mismos programas, por ejemplo las ayudas de urgente necesidad, vivienda etc. De hecho sólo 30% aprox. de las actuaciones sociales revierten sobre ellos.
Dado que la población migrante en la ciudad es sólo el 6.7% del censo es evidente que los inmigrantes tienen peores condiciones de vida que los nacionales. Esa es la única razón por la que – en igualdad de condiciones – reciben las ayudas; porque las necesitan más.
Existen algunos convenios de cantidades inferiores a 70.000 € con entidades de apoyo a los inmigrantes para desarrollar acciones específicas de asesoría legal, acompañamiento, etc.
Por otro lado, constatamos que el Ayuntamiento apenas se preocupa en serio por los migrantes: La Mesa Sectorial de Inmigración del Ayuntamiento se reúne sólo una vez al año y apenas tiene actividad. El Plan de Integración de los inmigrantes caducó en 2009 y no se ha renovado. Algo parecido ocurre con la mesa de refugiados; son órganos vacíos de contenido que se crearon más bien de cara a la galería en un momento en que había cierta sensibilidad social ante el problema.
Sin embargo, muchos inmigrantes siguen atrapados en el “carrusel de la pobreza”, fundamentalmente por la dificultad de ser regularizados de forma estable y duradera, lo cual está íntimamente relacionado con el acceso al empleo. Trabajadores de los servicios sociales constatan que muchos inmigrantes llevan años “en la misma casilla”: en situación de precariedad, perdiendo la tarjeta de residencia cuando pierden el trabajo, viviendo en el riesgo de ser detenidos por no tener papeles, con dificultades de socialización y acceso a la sanidad primaria, etc. Los últimos datos indican que se sigue persiguiendo a los inmigrantes en situación irregular. En 2016 se abrieron 171 expedientes de expulsión en Burgos y a 31 de Julio de este año ya había 78. Aunque ha descendido el número de expedientes debemos seguir ejerciendo presión social para combatir la persecución. Por ejemplo hemos sabido que ya no se realizan las redadas de inmigrantes en la estación de autobuses que denunciamos en su día.
Hemos comenzado a dialogar sobre posibles propuestas de ámbito municipal encaminadas fundamentalmente a afrontar el problema de la regularización y el acceso a un trabajo estable. Aunque son necesarios cambios drásticos en la ley de extranjería, a nivel municipal se podría facilitar el acceso a ofertas de trabajo y colaborar a evitar la persecución a los inmigrantes en situación irregular.
Otras posibles medidas irían encaminadas a activar de forma efectiva la Mesa Sectorial de Inmigración y hacer de Burgos una ciudad en la que los inmigrantes y refugiados se sientan realmente acogidos.
En los nuestros próximos encuentros seguiremos profundizando y concretando propuestas políticas en este sentido.
A raíz del diálogo, se decidió convocar un AYUNO en solidaridad con los migrantes el 18 de 1Diciembre, Día Internacional del Migrante, a las 14:30 h junto con un Video-fórum.
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