El PP de Burgos es un NI-NI. Ni demócrata, ni defensor de la vida. Vamos a recordar un hecho local que evidencia lo que afirmamos, y que corrobora lo que el PP nacional también viene demostrando. Estos días el PP nacional hacía gala de su fariseísmo y su falta de fidelidad a su compromiso electoral de reformar la ley del aborto. Son conocidas sus prácticas de antidemocracia interna a la hora de nombrar candidatos, cargos, puestos… (habitual en todos los partidos, incluido Podemos) donde lo que de verdad impera es la dedocracia del líder; también comparte la cerrazón de la mayoría de partidos a minucias tan elementales como las listas abiertas.
Tenemos experiencia sobrada de que en época electoral los partidos, como el PP, que ni son demócratas ni defensores de la vida (por sus hechos los conoceréis) se ponen el disfraz de faena. Hace unos días, al presentar Javier Lacalle su página web para las elecciones, lo hacía bajo la premisa de la participación, animando a todos los ciudadanos a enviarle preguntas, propuestas para el programa etc. Bien sabemos que el PP de Burgos no se ha caracterizado por escuchas las voces de la sociedad, aunque estas fueran numerosas y organizadas. Se negó a reformar y rehabilitar el edificio de la escuela infantil Río Vena, incumpliendo su promesa de aumentar el número de escuelas infantiles en la ciudad, aprovechando la apertura de una nueva para cerrar Río Vena, desoyendo a las más de 13.000 firmas que se recogieron en apoyo de la continuidad de dicha escuela infantil.
En Burgos, además de los dedazos en los nombramientos (ej. el Secretario General del Ayuntamiento), ha habido un hecho que sintetiza ese desprecio a la democracia y a la dignidad de la persona. Nos estamos refiriendo a la falta de tramitación de lo que fue laIniciativa Solidaria por la Vida. Numerosas personas a título individual, procedentes de distintos grupos, colectivos, asociaciones de la ciudad (entre las que se encontraban también varios militantes del Partido SAIn) lanzaron esta iniciativa pionera. Se pretendía que aprovechando los resquicios que deja la normativa municipal y el reglamento de participación ciudadana se tratara en un pleno dicha iniciativa. Se presentó la solicitud formal con las firmas el 14 de mayo de 2010.
El reglamento vigente (que ya no se puede consultar en la página del Ayuntamiento, está la página pero no el texto del mismo), recogía la posibilidad de tratar mociones presentadas por los ciudadanos en audiencia pública avaladas por el número de firmas mínimo que se especificaba (arts. 100 y 101 del reglamento). Se recogieron dichas firmas, pero ¿se ha tratado la iniciativa en un pleno? En el último año de la legislatura de Juan Carlos Aparicio no encontraron el hueco para meterla en un pleno. Tampoco en los cuatro años de legislatura de Javier Lacalle como alcalde lo han encontrado. No, al PP no le interesa posicionarse a favor de la vida, no quiere retratarse porque probablemente hubiera votado en contra o hubiera querido maquillar o aligerar la propuesta que se hacía.
¿Por qué no cumplió el PP de Burgos, no ya una promesa electoral (que directamente deberían llamarse mentiras electorales) sino una norma en vigor? El PP, que siempre se presenta tan adalid del respeto a la ley y el orden, se salta las normas cuando de democracia se trata, y pospone cualquier planteamiento de defensa integral de la vida, porque para este partido, los votos están por encima de las personas y los principios. ¿Alguno todavía no se ha enterado?
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