Acompañar para recomponer vidas. Betania

En 20 años de trabajo Betania ha realizado acompañamiento integral a más de 850 mujeres e información a 1.500 en los últimos cinco años

MARTA CASADO
01/12/2017 ECB

La asociación intenta buscar una salida a las olvidadas de la sociedad. - ECB La asociación intenta buscar una salida a las olvidadas de la sociedad. – ECB

Ellas acompañan a las olvidadas de la sociedad. Las mujeres con un gran problema de vulnerabilidad social, especialmente a aquellas que ejercen la prostitución o son víctimas de Trata con fines de explotación sexual. Aunque en el 30% de los casos ambos fenómenos están o han estado vinculados. «No todas las mujeres que ejercen la prostitución son víctimas de Trata, ni todas las víctimas de Trata son para la explotación sexual pero sí que podemos decir que el 30% de las mujeres que acompañamos cuando empezaron a ejercer presentaban indicios de ser víctimas de Trata», asegura la responsable de Betania en Burgos, Consuelo Rojo.

La tipología de la prostitución ha cambiado mucho desde que las Adoratrices comenzaron a prestar el servicio de acompañamiento de las mujeres que quieren abandonar esta situación. Cuando nació la asociación, en 1998, las mujeres ejercían la prostitución de calle, por el centro de la ciudad, estaba muy vinculada al consumo de drogas y estaba protagonizado, en su mayor parte, por mujeres relativamente mayores. En aquel entonces empezaba a verse una realidad emergente, las mujeres jóvenes e inmigrantes. «Aunque en aquel momento no se conocía todavía la Trata, estas mujeres ya estaba vinculadas a esa realidad», señala Rojo. Así las cosas hoy en día esta realidad ha ido cambiando. La prostitución se ejerce principalmente en clubs o pisos, al menos la mayor parte de los casos que tratan en Betania. Y a las mujeres inmigrantes jóvenes se han unido también personas transexuales y algún hombre. La característica común es que «son personas muy vulnerables».

Uno de los asuntos que más preocupa en Betania es el aumento de las enfermedades de transmisión sexual. «En el equipo estamos muy preocupados por cómo buscar una cobertura sanitaria adecuada a las mujeres que no tienen permiso de residencia que desde 2012 no tienen derecho a atención sanitaria, salvo urgencias», señalan desde la institución. Critican que no sólo es una vulneración de derechos sino, también, un problema de salud pública por lo que trabajan en buscar una solución institucional más allá de «la buena voluntad con la que contamos del personal sanitario y trabajadoras sociales».

Durante estos 20 años de actividad para empoderar a las mujeres que lo han perdido todo e implicarlas de forma activa y protagonista en la recuperación de su vida, Betania ha realizado un acompañamiento integral a más de 850 mujeres. Además han realizado labores de información de servicios y programas sociosanitarios con 1.500 mujeres sólo en los últimos cinco años. Esta acción se lleva a cabo con un acercamiento real y físico hacia los locales de prostitución gracias a una unidad móvil de la que dispone la organización. Además cuentan como infraestructura de atención con un centro de apoyo social, donde se atienden a las mujeres que acuden, y dos recursos residenciales.

El desarrollo de itinerarios se lleva a cabo por las tres educadoras sociales y la psicóloga con las que cuenta la asociación y el equipo de voluntariado de la congregación religiosa Adoratrices que tiene protagonismo en la gestión del programa desde su comienzo. Las voluntarias realizan intervención en el acercamiento al medio, el área sociosanitaria y sociolaboral y en la reflexión y sensibilización sobre esta problemática. «La prostitución y la trata de seres humanos generan daños en las mujeres que la ejercen pero hay una sociedad que lo permite y esto no se solucionará hasta que haya un cambio social profundo al que llegaremos a través de la educación y el cambio de mentalidades», destaca Consuelo Rojo.

Las mujeres que acuden al itinerario de poyo de Betania no son salvadas por un tercero o por los integrantes de la asociación. Ellas son las protagonistas absolutas del proceso que sólo ellas pueden iniciar y cumplir hasta lograr la inserción real fuera del ámbito de la prostitución o la explotación sexual. De esta manera se desarrolla una primera fase de contacto y acogida en el que Betania atiende sus demandas. «Siempre trabajamos según sus peticiones». De ahí que los servicios más demandados sean los de apoyo y mediación sociosanitaria y, cada vez más, jurídica. «Respetamos su ritmo y sus decisiones, les acompañamos a que definan su demanda, evalúen los recursos de los que disponen para conseguirlos y diseñen un plan de acción realista, les proporcionamos la información necesaria para llevar a cabo su proyecto personal». Una vez que se da el paso se inician los pasos para acceder al área sociolaboral, atención psicológica y, en caso de no contar con recursos, se les ofrece un recurso residencial. «Un lugar donde puedan coger impulso para la labor que tienen por delante», destaca Rojo.

En los casos de víctimas de Trata (en el que se dan tres elementos como son el traslado de una persona de un lugar a otro, mediante el engaño o el abuso de poder y con el objetivo de su explotación sexual, laboral, para ejercer la mendicidad…) el proceso es más duro y por ello «les ofrecemos además de protección, asistencia especializada porque es un proceso muy largo y complejo»

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