Entonces, ¿qué aporta el SAIn? Sobre principios irrenunciables y pactos electorales.

    Sobre los principios irrenunciables: Es conocida aquella sarcástica frase de Groucho Marx, “Estos son mis principios. Si no le gustan tengo otros“. El partido SAIn nació y ha actuado en estos últimos años precisamente para demostrar que es posible y necesario un partido que no renuncie a sus principios. Principios que se expresan en el propio nombre del partido (Solidaridad y Autogestión Internacionalista – SAIn) aun a costa de que sea un nombre con poco “marketing”.

Es muy importante que las personas que asuman las responsabilidades que les encomiende el común sean fieles a unos principios y que no renuncien a ellos por intereses politiqueros. Hemos constatado muchas veces, que cuando hemos hecho encuestas por las calles sobre qué medidas pedirí­an a los cargos polí­ticos, la mayorí­a no dice propuestas concretas, sino criterios, principios, valores. Las personas buscan que sus valores sean defendidos. Las diversas concreciones y soluciones prácticas que haya que adoptar serí­an las ramas que salen de un tronco que son los principios. Creemos que es por eso que aunque en la práctica muchos partidos estén rebosantes de corrupción sus votantes son fieles, porque entienden que pese a esos “errores” su partido defiende sus valores, sus principios.

 

El partido SAIn tiene unos principios y valores claros, nada ambiguos: solidaridad, democracia protagonizada por los ciudadanos (autogestión), y visión internacional de todos los problemas, partiendo del primer derecho fundamental, el derecho a la vida. Los vamos a defender y proponer logremos o no logremos representación. Pero estamos convencidos y trabajamos para que lo podamos hacer desde las instituciones. Estos principios se concretan en nuestros programas polí­ticos y electorales, que evidentemente tienen que ganar en concreción y profundidad, pero son lo bastante claros para optar a obtener la confianza de tantos ciudadanos como para conseguir ya algún representante. ¿Y qué podrí­a aportar el SAIn desde dentro de las instituciones aunque fuera con un solo concejal? Sin duda, una visión desde la solidaridad de cualquier punto que se plantee en un ayuntamiento: desde la cooperación al desarrollo, a qué tipo de contratas de limpieza se van a hacer. Un eje de construcción sólida. Una actitud de diálogo serio pero sin renunciar a lo que consideramos principios no negociables.

 

Sobre pactos postelectorales.
Nuestras expectativas no son salir a ganar y obtener mayorí­a absoluta. Pero ¿qué harí­a el SAIn si saca un concejal? Queremos ser honestos con lo que también estamos exigiendo a otros partidos: Que digan claramente qué harí­an en un escenario en el que no haya mayorí­a absoluta de algún partido.
    Si hubiera mayorí­a absoluta (que no parece probable ni es deseable), el SAIn cumplirí­a una labor fiscalizadora desde nuestros principios programáticos, tratando de que todo lo que se plantee en el Ayuntamiento sea desde la perspectiva de los últimos de nuestra sociedad.
Si no la hay pero hubiera un pacto entre PP y Ciudadanos, o cualquiera de los otros que a priori pudiera pactar con el PP (UPyD, VOX, PORBUR…) estarí­amos prácticamente en el mismo escenario.
    Pero estamos obligados a plantearnos la hipótesis de que el PP no sacara la mayorí­a absoluta, o no consiguiese con pactos tener esa mayorí­a para gobernar. Imaginemos que en Burgos hay dos bloques y que un concejal del SAIn pudiera decantar la balanza hacia uno u otro bloque. El SAIn hemos decidido no entrar a ese trapo. No queremos tener que optar entre dar la llave del gobierno ni al PP ni al PSOE que a priori son los que encabezarí­an esos bloques.   A los grandes partidos PP y PSOE les preocupa esta cuestión sólo desde el punto de vsita de asegurarse la permanencia o alcance de los puestos de poder, por eso plantean el debate sobre respetar a la lista más votada etc. Las experiencias de coaliciones postelectorales para echar a uno de los grandes tampoco han sido muy edificantes. Los partidos pequeños suelen perder su frescura y aportación y lo pagan en las siguientes elecciones, y no deja de ser verdad que hay un cierto planteamiento excluyente. Excluyente no ya de otro partido sino de un significativo grupo social que ha votado a uno u otro partido. No estamos de acuerdo en atribuir a los votantes de los demás partidos las carencias e irregularidades de los representantes de los partidos, que por la carencia de democracia interna se ven obligados a soportar. No estamos de acuerdo en resucitar en la vida polí­tica las dos Españas, en etiquetar a los ciudadanos en bandos, y tomarse las elecciones como reediciones o revanchas de tragedias históricas. No queremos reabrir heridas, sino aprender de la historia y seguir hacia adelante. Y lamentablemente los mensajes y actitudes de muchos partidos caen en esa trampa de hacer frentes sociales. Por encima de los legí­timos planteamientos polí­ticos e ideológicos estará siempre el respeto a los demás, a su libertad, a la democracia, para no ver al otro como enemigo a derrotar.
    Por eso, el SAIn en la hipotética situación que hemos planteado alentarí­a la formación de un gobierno municipal de concentración, en el que participaran todos los partidos que hayan alcanzado representación, para que de verdad nadie se sienta excluido. Es hora de que ante situaciones extraordinarias, haya altura de miras, y trabajo en común. La situación social lo requiere. Sólo desde la solidaridad se podrá dar respuesta a los graví­simos problemas que nos cercan.

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