Lunes 11, cí­rculo del silencio en solidaridad con los inmigrantes

La Mesa Diocesana de Pastoral con Inmigrantes nos convoca de nuevo al cí­rculo del silencio en solidaridad con los inmigrantes. El lunes 11 de mayo, a las 7’30 de la tarde en el paseo Sierra de Atapuerca. En esta ocasión estarán presentes en el recuerdo y la denuncia los muertos en el mar Mediterráneo. Nos acompañarán algunos miembros de la Asociación de Nigeria en Burgos. ¡Nos vemos!

MANIFIESTO CíRCULO 11 mayo 2015
No se puede tolerar que el Mediterráneo se convierta en un gran cementerio
Llegamos hoy al Cí­rculo de silencio número 25. Hace ya cuatro años iniciábamos
estas concentraciones silenciosas, en este mismo lugar, con el deseo de un trato digno
para todos, independientemente de nuestro origen, condición social o legal. Hablábamos
de los CIEs (Centros de Internamiento de Extranjeros), pedí­amos el respeto de los
derechos humanos en ellos, y que en un futuro cercano se cerraran. Hablábamos del
derecho al asilo y criticábamos que España estuviera a la cola de Europa en concesiones
de asilo polí­tico. Lamentábamos la muerte de algunas personas inmigrantes en Burgos,
por accidentes laborales o por violencia.
Cuatro años después nos seguimos juntando porque las cosas no han mejorado.
Los efectos de la crisis siguen causando estragos entre muchas personas, autóctonas e
inmigrantes. Y hay algo que en estos años ha empeorado: la situación de violencia que se
vive en algunas zonas de África y de Asia. Los sangrientos conflictos y atentados en Irak,
Siria, Nigeria, Mali, Somalia, Eritrea, Yemen están provocando millones de migraciones
forzosas, de personas que buscan salvar su vida yendo a otras partes, a otros paí­ses. Y
miles de ellas no lo consiguen: huyen de la muerte en el paí­s de origen, pero se
encuentran la muerte en el camino, o en el agua.
El mes de abril fue especialmente trágico, con dos grandes naufragios donde
murieron más de mil personas, y así­ un trágico y continuo goteo que alcanza la cifra de al
menos 25.000 ahogados en el Mediterráneo desde el año 2000. Son hombres y mujeres
como nosotros, hermanos nuestros que buscan una vida mejor, hambrientos, perseguidos,
explotados, ví­ctimas de guerras, buscan una vida mejor Buscaban la felicidad. Con
estas palabras lamentaba y denunciaba la situación el papa Francisco, que hace medio
año habí­a dicho ante el Parlamento Europeo: NO SE PUEDE TOLERAR QUE EL
MEDITERRÁNEO SE CONVIERTA EN UN GRAN CEMENTERIO.
No podemos callarnos ni mirar para otro lado: son muertes evitables. Deben sacudir
nuestra conciencia y la de nuestros gobernantes europeos y los organismos
internacionales. Tenemos que actuar con decisión para evitar que estas tragedias se
repitan. Y esto de tres formas: mejorando los sistemas de rescate y acogida, haciendo que
en el camino no haya mafias que trafiquen con seres humanos, y actuando en el origen de
los conflictos que provocan estos éxodos masivos de refugiados.
No podemos seguir gastando millones de euros en blindar las fronteras europeas
mientras hay gente que se muere antes de llegar a ellas; mientras la ayuda en cooperación
internacional ha caí­do hasta cifras ridí­culas; mientras en Europa seguimos fabricando y
vendiendo armas que matan a personas en otros lugares. ¡Basta ya! Menos hipocresí­a y
más coherencia, justicia y humanidad.

 

Be the first to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo no será publicada.