¿Por qué se presenta a estas elecciones un partido de inspiración cristiana?

por José María Santos
1.- En primer lugar por los últimos, aquellos que no cuentan en los cálculos electorales, los excluidos, los sin voz, los desechados por esta sociedad. Que son los preferidos en el Evangelio y que deben ser los prioritarios para cualquier persona con valores cristianos. ¿Y quiénes son los últimos en nuestra sociedad?: los que sufren las consecuencias de un sistema profundamente injusto: hambrientos, parados, inmigrantes pobres, niños esclavos y niños no nacidos,… entre otros.
2.- En segundo lugar porque el análisis profundo y global de estos males indican que sus causas son políticas y estructurales y por tanto, desde ese ámbito deben aplicarse las soluciones. La carta Evangelii Gaudium del Papa Francisco lo dice muy claramente “La necesidad de resolver las causas estructurales de la pobreza no puede esperar.(…) Los planes asistenciales sólo deberían pensarse como respuestas pasajeras. Mientras no se resuelvan radicalmente los problemas de los pobres (…) atacando las causas estructurales de la inequidad, no se resolverán los problemas del mundo y en definitiva ningún problema. La dignidad de cada persona humana y el bien común son cuestiones que deberían estructurar toda política económica”. (EG, 202 y 203).
3.- Entendemos que los fieles laicos cristianos debemos implicarnos en la transformación de la sociedad, en todos los campos posibles, no sólo en la ineludible acción solidaria de urgencia sino en la construcción una nueva economía, unas nuevas relaciones sociales y también en una nueva política, que vaya a la raíz y las causas de los problemas. Como ha venido repitiendo la Doctrina Social de la Iglesia en las últimas décadas y que también destaca la EG en su nº 205. “La política, tan denigrada, es una altísima vocación, es una de las formas más preciosas de la caridad, porque busca el bien común. (…) la caridad no es sólo el principio de las micro-relaciones, como en las amistades, la familia, sino también de las macro-relaciones, como las relaciones sociales, económicas y políticas”.
4.- El SAIn nació hace ya más de 10 años para intentar dar, humildemente, voz y respuesta a estos problemas. Convencidos de que todo es posible, si se quiere, si se lucha desde la perspectiva del bien común. Asumiendo el protagonismo que debemos ejercer, desde todos los ámbitos sociales, para transformar una sociedad que exige luchas contra las causas, desde la solidaridad y el internacionalismo. Desde la independencia, sin subvenciones. Con la colaboración de creyentes y no creyentes.
5.- El programa que propone el SAIn, pone a los empobrecidos en el centro de la vida política, promueve todo aquello que defienda los verdaderos derechos, sagrados e inviolables, de cada persona, de su vida y dignidad (vida y familia; alimentación, trabajo digno y vivienda, derecho a emigrar y a no emigrar, a vivir en paz,…) y lucha contra las causas que atenten contra los mismos. Al servicio a los últimos.