No es política, es su forma de vida

Elecciones«Hablamos de política, no de moral» Así acaba la columna en El País del jueves.

Precisamente porque hablamos de política y no de moral estamos como estamos… sin gobierno, con cifras de paro aún disparadas, desahuciados a miles, explotados, precarios, esclavos… nacionales y migrantes, la prostitución y la trata aumentando, el tráfico de armas como fuente de ingresos, los CIEs (auténticas cárceles ilegales) llenos, las madres explotadas, sin ayuda de nadie, teniendo que renegar de su maternidad, los abuelos abandonados temblando de miedo por las pensiones, los jóvenes marchándose… las familias al límite, la natalidad bajo cero… la educación en la papelera de la clase… Porque hablamos de política y no de moral.

Por eso está así de deshecho el PSOE, de corrupto el PP y de comparsas los otros tres. Porque hablamos de política y no de moral.

Así la cosa política, el PSOE no puede practicarla, ni participando ni dejando de participar, porque hace tiempo que desterró la moral. Del PP… qué decir… si ha traicionado también a los que le soportaban cristianamente como carga menor a llevar. Más inmoralidad si cabe. Los herederos siguen esperando su hueco… Llegarán a la política… dudo que a la moral. Convierten la política en maniobras por el poder, no por el servicio al Pueblo. Porque han separado la política de la moral. No puede ser aquella sin esta. Se convierte en politiquería que niega el Bien Común por el Interés General (que normalmente es el de los fuertes)»

Y si una voz moral, entre esos u otros, se levanta en política… el negocio bancario comunicativo partidista tratará de silenciarla… Porque hablamos de política y no de moral.

Las primeras ya fueron un juego inmoral, las segundas un inmoral reírse en nuestra cara… Las terceras un inmoral rejonazo de muerte a lo poco que de comunidad política nos queda al Pueblo español.

Porque hablamos de política y no de moral… vale todo, Maquiavelo duerme tranquilo y sus 350 aprendices, que miraban el intercambio de datos e ironías del debate… cobran lo suyo. Es un modus vivendi. Pero, claro, es política, no moral.

Ramón Sanz

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