Son las estructuras económicas, sociales, políticas y culturales las que perpetúan no ya actos de violencia, sino situaciones permanentes de violencia, contra las cuales, ni la ONU, ni los demás organismos internacionales ligados a ella, ni la Unión Europea han dicho nunca nada.
Sistemáticamente se oculta que la acción no-violenta ha sido y es el instrumento de los débiles y empobrecidos contra la opresión y la violencia: En la descolonización de la India; en Filipinas frente al dictador Marcos; el Ubuntu sudafricano contra el apartheid; la “espalda fría” danesa contra la ocupación nazi; en Polonia y Checoslovaquia contra la Unión Soviética; en el Salvador, Guatemala y Bolivia contra las dictadura etc. Revolución no-violenta. Resistencia moral liberadora contra toda forma de opresión. Debemos rebelarnos con el “No matarás”. Hagamos resistencia moral liberadora frente a los actos y las situaciones de violencia.