Málaga no puede ser «ciudad refugio» y a la vez servir de vigilancia y persecución

DronFrontexEl mayor «asalto» no se da en Ceuta ni en Melilla, sino que entra por aeropuertos como el de Málaga. La gran diferencia es que por el Aeropuerto se entra generalmente con la billetera llena y sin mirar el color de piel.

Necesitamos una economía y una Universidad que ponga en el centro a la persona. Esto no se consigue con drones que pongan las vallas, los muros y las fronteras aún más altas si cabe. Por desgracia, somos líderes en fronteras.

El secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto, en una visita realizada a la empresa malagueña Aeorum, con motivo de unas Jornadas sobre Drones y Antidrones para la Seguridad ha manifestado que el Ministerio de Interior está cerca de utilizar sus drones para controlar la valle fronteriza de Ceuta. Esta empresa está instalada en el edificio que la Universidad de Málaga (UMA) tiene en el PTA (Parque Tecnológico de Andalucía)

Aeorum nació hace seis años de un programa spin-off de la UMA, y se suma a otras empresas malagueñas como Mora Salazar especializada en el desarrollo de las hirientes concertinas, y que ya ha trabajó para la triple valla de Melilla o en la de Ceuta, y más recientemente para las frontera de Hungría. En ella son 175 kilómetros de vallado de espino entre Hungría y Serbia, siendo la única empresa europea dedicada a este alambre dentado con cuchillas de acero. Llegan a hablar de que el 100% de las concertinas elaboradas en Europa proceden de esta fábrica situada a apenas 20 kilómetros del centro de la capital.

Una ciudad como Málaga si quiere ser solidaria no se puede permitir unas empresas que en sus principios esté la exclusión de los últimos, de los inmigrantes empobrecidos.

 

José González