Las casas de apuestas, nuevas drogas legales

Observo con preocupación el creciente aumento de casas de apuestas en nuestras ciudades. Es cierto que estas actividades están en el marco de la legalidad, teniendo en cuenta las diferentes legislaciones en cada una de las Comunidades Autónomas.

Es un tema preocupante y urgente: en sólo un año, los casos de adictos a este tipo de juego se han duplicado y los ingresos también han crecido más de un 200%.

En los últimos cinco años, han crecido un 300% en Madrid y no es casual que los distritos que más conviven con este problema sean los de la periferia, donde hay alquileres más baratos, pero también rentas más bajas y más problemáticas sociales.

El riesgo es tanto o más evidente en lo referente a las apuestas por Internet, con 1,4 millones de jugadores activos en España, con un preocupante aumento de jóvenes, incluso menores de edad. El respaldo publicitario es un fuerte reclamo, especialmente para los jóvenes (la temporada 2018-2019 empieza con 19 de los 20 clubes de Primera División patrocinados por empresas del juego).

La legislación vigente en esta materia, a pesar de pequeñas modificaciones, data del año 2001, fecha en la que las apuestas deportivas eran prácticamente inexistentes en España.

El pasado 1 de enero de 2019 entró en vigor la prohibición de las casas de apuestas en Albania, ante la masiva irrupción de este negocio en el pequeño país balcánico. El Gobierno anunció además la apertura de centros de rehabilitación de las personas afectadas por estas prácticas y por la nueva legislación restrictiva.

Es necesario y urgente tomar medidas al respecto a todos los niveles, desde el Estado hasta las diferentes Comunidades Autónomas y Ayuntamientos, controlando y frenando este tipo de negocios y reforzando la formación en los sectores más vulnerables.

 

Ana Sánchez