La INFAMIA y el HORROR (sobre los refugiados)

??????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????Escribiendo con el cuchillo entre los dientes. No queda otro remedio cuando ves lo que ves y cuando lees lo que lees. La periodista Lucía Méndez denunciaba hace un par de días la demagogia de los que sostienen que no hay recursos para atender a los refugiados.
Muchos de los comentarios a su artículo eran casi tan deprimentes como las imágenes de los campos de refugiados. “Coja a un par de refugiados y lléveselos a su casa”, decía uno. “¿Por qué no se quedan en los países vecinos a Siria?”, preguntaba otro. Y bla, bla, bla. Todo con sabor a arcada. Estarán contentos con la infame externalización del problema: expulsión de todos los que lleguen a Europa a cambio de 3.000 millones para el sultanato de Erdogan. Mientras tanto, a las puertas de nuestra casa, millares de niños enfangados en el barro, aporreados, muriéndose en vida. Ocho millones de niños afectados, 10.000 niños fallecidos, dos millones y medio de niños refugiados, enfermos, desnutridos y sin acceso a la educación. A España han llegado 18 refugiados que a lo mejor nos roban el wifi.
Los países vecinos de Siria acogen cinco veces más refugiados que toda Europa junta. A tomar por culo el mantra nazi que repite el facherío patrio. Dejémoslo ahí. Más allá de cifras y mierdas por el estilo, lo que acongoja es ver a miles de niños muriéndose ante nuestros ojos. Si eso no toca el corazón de la gente es que hay demasiados monstruos entre nosotros. Porque el enemigo no son los refugiados. Hay recursos para todos. Para los de aquí y para ellos.
El enemigo es la corrupción, los escándalos, las tarjetas black, las cajas B, el fraude, el despilfarro, el saqueo institucional, las dietas desorbitadas, los sobornos, los presupuestos inflados, las infraestructuras ineficientes y los pujoles de turno. No echen la culpa a la gente que sólo intenta huir del horror. Mientras tanto, presos de nuestra desidia y en algunos casos de nuestra infamia (aunque sólo sea por los comentarios de algunos), los nazis de la führer Petry muestran sus cartas en Sajonia y preparan la cacería. Luego criticamos a Trump mientras nosotros pagamos por deshacernos de los refugiados.
Dicen que Juego de Tronos regresa y debe de ser verdad porque el invierno está llegando.

Vicente Álvarez

Publicado en El Norte de Castilla el 18 de marzo de 2016