“Hacemos un llamamiento a cada miembro de ETA a escuchar el dolor de cada víctima”

Ante la declaración de ETA reconociendo el daño causado.

La declaración de ETA en la que reconoce el daño causado y pide perdón a algunas de sus víctimas, y la cercana posibilidad de su disolución es un paso más en el fin del terrorismo en nuestro país. Pero es necesario seguir dando pasos.

En esa declaración, ETA resume su posición en una frase: “Ojalá nada de esto hubiese ocurrido”. Pero ha ocurrido. Y no “ha ocurrido” como sucede un terremoto. Alguien lo ha cometido. Ese alguien ha sido, fundamentalmente, ETA. Que alude al bombardeo de Guernica como una violencia que fue heredada por las generaciones posteriores a la guerra civil. Pero, como todos sabemos, se puede renunciar a una herencia. Ninguna “herencia”, ninguna razón, ninguna explicación justifica el asesinato de una persona. Nos encontramos entre los que consideran que la conducta de ETA ha sido injusta e inaceptable. No hay víctimas “sin responsabilidad alguna” (como afirma ETA en su comunicado) y víctimas con responsabilidad. Nada justifica el asesinato.

El recuerdo del daño cometido por ETA será necesario, no para mantener el agravio y el resentimiento en las víctimas y la sociedad, sino para evitar que vuelva a suceder. Se puede ser fiel a las víctimas sin seguir odiando al culpable. Ello exige el esclarecimiento de los atentados sin resolver y que la justicia siga su curso. Si ETA colabora en esto, haría que su reconocimiento verbal del daño causado se convirtiera en hechos. Oiremos voces ahora que exijan el perdón de las víctimas. El perdón no se puede exigir. Y no se puede exigir porque nadie se gana el perdón. Es un regalo que cada víctima decide si hacer o no. Dejemos a cada víctima esa libertad, ya que tantas otras se les han negado.

Cada vez que ETA ha asesinado, secuestrado, o herido a una persona, además de infligir un terrible daño a esa persona y a su familia, estaba queriendo construir una sociedad basada en la desaparición física de sus oponentes políticos. Es por eso que hacemos un llamamiento a cada miembro de ETA, independientemente de su historial delictivo y su tiempo de pertenencia a la banda, a escuchar el dolor de cada víctima de la violencia de ETA. De todas y cada una. Ser capaces de escuchar y acoger sinceramente su dolor, podrá permitir a los miembros de ETA volver a poner en su lugar de interlocutor político válido a cada ciudadano de nuestro país. Ese paso es imprescindible para una verdadera reconciliación.

Partido SAIn