GUERRA ENCUBIERTA EN LAS FRONTERAS

Europa expolia legalmente (1) , explota legalmente, esclaviza legalmente y ahora mata legalmente. ¿Vamos a callar en la próximas Elecciones Europeas?

Mueren cada día en el mar, en los desiertos, o como consecuencia de las condiciones de vida que viven en los campos donde se les acorrala esperando dar el salto a Europa. Todo esto lo sabemos. Que hay una guerra contra los empobrecidos no es ninguna novedad.

Primero saqueamos sus fuentes de trabajo y de riqueza, luego les reclamamos para que vengan a trabajar en lo que a nosotros nos interesa, en general trabajos indignos, peligrosos y mal pagados; después les perseguimos en nuestras fronteras cuando vienen en busca de su medio de vida (no lo olvidemos: trabajo; no vienen a poner la mano). 15.000 o 16.000 personas han perdido la vida en el Estrecho en los últimos 10 años según la asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía. Esta guerra contra los pobres se acomete desde las leyes y las políticas de inmigración de las que son responsables todos los partidos políticos del arco parlamentario español, gobiernen o no, puesto que los partidos de la oposición en unos casos se han negado a abrir comisiones de investigación y en otros no las han reclamado. Su silencio les hace cómplices. Por poner dos ejemplos tenemos el naufragio de Rota en 2003, donde murieron 37 personas en aguas españolas. Gobernaba el PSOE. Todos los dispositivos de rescate “fallaron”. El PSOE, partido en el gobierno entonces, se negó a abrir una comisión de investigación. Lo mismo ocurrió en las muertes en Ceuta 2005. Todavía no se sabe si los disparos vinieron del lado marroquí o del español. No hubo tampoco comisiones de investigación. Por supuesto el segundo responsable es la UE. Desde los acontecimientos de Ceuta de 2005, gobernando el PSOE, es habitual el uso de materiales antidisturbios (2). Son numerosos los informes que indican estas actuaciones policiales, donde ha habido muertos, casi todos en lado marroquí. No se ha podido demostrar que estas muertes sean a consecuencia de la actuación de la Guardia Civil.

Lo ocurrido en El Tarajal el pasado 6 de febrero viene ampliamente documentado en el Informe que la Asociación Caminando Fronteras. Estos son algunos testimonios de los inmigrantes supervivientes:

“Las primeras veces han disparado al aire, cuando se han dado cuenta de que estábamos llegando a la parte española, pasábamos la ‘desviación’, entonces han disparado a los cuerpos. A mí la primera bala me ha llegado a la espalda y la segunda a la mandíbula.”

“De golpe veo un humo que se eleva desde el agua, era el gas lacrimógeno que lanzaban, eso ahogaba a las personas.”

“Nos bloquearon en la desviación, no había manera de volver ni para adelante ni para atrás, estábamos bloqueados por los marroquíes de un lado y los españoles pegando del otro.”

“Algunos entraban en el agua para ir al lado del barco, cuando tienes problemas en el agua, al ver el barco piensas que si vienes hacia él va a ayudarte, va a sacarte del agua pero no era el caso, se retiraba y te dejaba morir.”

“Vi cómo cuatro personas querían ir hacia el barco y empezaron a pegarles.”

“Sanda ha pedido socorro, ha tirado su mano hacia la roca y el Guardia Civil le ha pegado y enviado de nuevo al agua.”

“Larios estaba a mi lado, a pocos metros, le oía como gritaba, decía socorro, socorro, dirigiéndose a la embarcación de la Guardia Civil. Después ya no le oí gritar.”

El informe también destaca no sólo la falta de medios de salvamento a los vivos y/o moribundos, sino también que las autoridades españolas no colaboraron para rescatar los cuerpos de las personas fallecidas en el mar. Los supervivientes que llegaron a suelo español tampoco recibieron asistencia sanitaria. Todos fueron atendidos por hospitales marroquíes. En todos los relatos mencionan que fueron los propios inmigrantes, ayudados por agentes marroquíes los que llevaron a los muertos a la costa de Marruecos (3).

Esto es una guerra, pero donde solo hay un bando. No hay una declaración oficial, pero hay una guerra. La novedad de lo ocurrido en Ceuta el pasado 6 de febrero es que por primera vez estamos asistiendo a una campaña mediática que justifique una intervención abiertamente militar contra los inmigrantes empobrecidos. En 9/3/2014 Ramón Caudevilla, Jefe de la Brigada de Extranjería y Fronteras de la Policía Nacional declaraba a “El Faro de Vigo” que “detrás de las avalanchas es imposible que haya mafias”. También denunciaba que las cifras de los inmigrantes indocumentados que se estaban manejando estaban exageradas. Fue cesado por realizar unas declaraciones que contradecían la versión oficial del Ministerio del Interior. Pero lo que ha pasado desapercibido de esa entrevista es la declaración del final: Somos trinchera. En otro lugar de la entrevista habla de “autodefensa” una vez que logran saltar la valla. Una petición: “Si no nos dan medios, nos convertiremos como decía el presidente de Melilla, en azafatos”. Lo del 6-F ha supuesto “valorar verdaderamente el peligro que supone estar aquí”. También alaban Caudevilla la colaboración del gobierno marroquí. El 31 de marzo pasado el Ejército marroquí interviene por primera vez en Melilla para sacar a los inmigrantes de la zona entre vallas. Es un hecho sin precedentes, según José Palazón, presidente de la asociación Prodein. Si interviriera el Ejército español sería un escándalo, por tanto utilizamos a Marruecos para que haga el trabajo sucio; siempre podremos hablar de un “gobierno corrupto”. Estamos ante una guerra encubierta donde solo hay un bando. El otro bando son los emigrantes, “cada vez más “violentos”. Sus armas: palos y piedras (los que las llevan). Ante este “arsenal” las fuerzas policiales reclaman más medios y sobretodo un frente común que les apoye “para defenderse”. Para librar una guerra así, donde los enemigos son los empobrecidos que no tienen nada, es necesario ponerse a la opinión pública a favor. Para que dejemos de ver a los inmigrantes como seres humanos y les veamos cada vez más como un amaenza, los pasos que se van dando son:

1. Por parte del gobierno, el primer paso es hablar de mafias organizadas. Es decir, de estar asentados durante meses o años están pasando a organizarse para saltar la valla. Según el Ministerio del Interior, la UCRIF, (Unidad Central contra la Redes de Inmigración y Falsedades Documentales), como la Comisaría General de Información o el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), todos juntos no pueden estar equivocados (El País 14/3/2014). Las fuentes de información ya delatan la militarización del conflicto: ni una palabra de lo que digan las organizaciones que trabajan con los inmigrantes, las organizaciones de derechos humanos… etc. Es más, están siendo sistemáticamente silenciados y denunciados por estar contra la versión oficial, que pinta a los inmigrantes como bandas organizadas y peligrosas.
2. El segundo paso es repetir insistentemente que estas personas son cada vez más violentas y que en las refriegas cada vez hay más policías y guardias heridos. ¿Qué pide Fernández Díaz cuando reclama más “autoridad y credibilidad”? Que lo explique.

3. Las fuerzas policiales reclaman más recursos. El Sindicato profesional de la Policía denuncia la destitución de Caudevilla. En el fondo lo que están pidiendo son más medios: “el problema no se soluciona con más valla, con más Policía ni con más Guardia Civil”, sino “mediante actuaciones políticas al más alto nivel en el ámbito nacional como internacional”, “Ahí es donde el Gobierno ha fracasado estrepitosamente” (4).

4. Silencio mediático clamoroso. Es “El País” quien encabeza esta campaña. Su portada del 16/2/2014 afirmando que “30.000 subsaharianos preparan el salto a Europa por Ceuta y Melilla” fue contestada por la asociación Al Khaima, que trabaja en Tánger y firmada por decenas de personas que trabajan en España y en Marruecos con los inmigrantes (5). El País no la publicó. Allí se defendía que las cifras dadas por Marruecos era que entre 25.000 y 40.000 extranjeros residen de forma irregular en el País, pero que el dato se refiere a todas las nacionalidades, confundidas de países de Europa, África, Asia y América. Además en esas cifras nos encontramos con todo tipo de situaciones: junto con los inmigrantes subsaharianos que están esperando la oportunidad para saltar la valla están las víctimas de trata (es decir, que están allí de manera involuntaria), los refugiados sirios (400 solo en Melilla), las parejas mixtas, personas que han entrado legalmente al país pero que se encuentran en una situación irregular, MENAS (Menores Extranjeros no Acompañados), etc.

No podemos olvidar que en esta guerra lo que se trata de defender son nuestras riquezas robadas, nuestro modo de vida construido sobre la explotación de África desde hace décadas. Además las fronteras, los países en tránsito, se han convertido en un auténtico almacén de mano de obra que los países europeos abrimos y cerramos según nuestras necesidades. Algunos van a lograr saltar y lo sabemos. Los que lo consiguen estarán dispuestos a trabajar en las condiciones que haga falta para sostener a sus familias. Las fronteras son negocio. Un ejemplo: Ceuta y Melilla son ciudades fronterizas que separan no sólo dos países, España y Marruecos, sino dos continentes, Europa y África. El movimiento migratorio de estas dos ciudades se rige por una regulación especial que permite que los residentes en las provincias de Nador y Tetuán crucen los pasos fronterizos sin visado, siempre y cuando no den el salto a la península (6), lo que provoca un nuevo flujo migratorio interno, del sur de Marruecos al norte. 8.000 porteadoras, en su mayoría mujeres, que de lunes a jueves entran a pie en Melilla para después regresar a Marruecos con enormes bultos de mercancías de contrabando: desde neumáticos hasta ropa usada. Los réditos del contrabando, junto con el blanqueo del dinero del hachís, explican, en parte, que después de Madrid, las sucursales bancarias de Ceuta y Melilla sean las que más dinero acumulan en depósitos, según un informe de Caja España. Es decir: contrabando legalizado por España, lucro para España, explotación y esclavitud para las mujeres marroquíes… Además las fronteras se han convertido en el lugar de tránsito de trata de personas. Las mafias lo organizan, pero son meros intermediarios. Los demandantes-clientes son de nuevo los países europeos: suministro de esclavos para el servicio doméstico, la prostitución, el trabajo en la agricultura, la hostelería…. Lo mismo podríamos decir de Turquía, al otro lado del Mediterráneo… Gran parte de la inversión europea se ha trasladado allí por los bajos costes laborales de una economía sumergida del 40%.
Por tanto ante las próximas Elecciones Europeas nos tenemos que plantear el rearme de Europa para defenderse de los empobrecidos a quienes previamente ha saqueado. Para ello se necesita el consentimiento de la opinión pública. Si agitamos los fantasmas del paro y de que están esperando a entrar para quitarnos los trabajos de esclavos que tenemos ¿qué nos encontramos? La vieja consigna: la mejor defensa de las fronteras es un buen ataque.

Mónica Prieto

NOTAS
1 lainformacion.com, 18/3/2014
2 http://alrevesyalderecho.infolibre.es/?p=2620
3 BOE-A-1994-7586
4 Colectivo Ca-minando Fronteras, “Informe de análisis de hechos y recopilación de testimonios de la tragedia que tuvo lugar el 6 de febrero de 2014 en la zona fronteriza de Ceuta”
5 lainformacion.com, 18/3/2014
6 http://alrevesyalderecho.infolibre.es/?p=2620