Europa los reclama para trabajar. Los mata en su frontera sur.


España, país de parados, sigue reclamando inmigrantes para ser explotados en la economía sumergida. Así lo dicen sin pudor los burócratas de la OCDE, «el club de los países ricos» desde sus despachos en París. Si son «ilegales» mejor. Las fronteras no están hechas para impedir que lleguen sino para hacerles «ilegales», es decir, para ser explotados. Todas las fronteras tienen «puertas traseras» para que entre sin problema la mano de obra necesaria… para trabajar en la agricultura, la hostelería, el servicio doméstico, en condiciones de esclavitud o semiesclavitud.

La Unión Europea cínicamente pide a España que controle sus fronteras, cuando toda Europa también se beneficia de la economía sumergida de todo el Sur de Europa y Turquía.

Denunciamos la hipocresía del PSOE. Su política de inmigración también criminalizaba a los inmigrantes. Ellos fueron los primeros en colocar las concertinas, que luego retiraron. En octubre de 2013 se cumplieron 10 años del naufragio de Rota. Murieron 37 inmigrantes marroquíes a escasos200 metrosde las costas españolas. El mar fue arrojando los cadáveres semidescompuestos en sucesivos días. Aquello conmocionó a la opinión pública española. Una ley criminal les mató. Distintas voces se alzaron para abrir una investigación y saber por qué no habían funcionado los protocolos. El gobierno de Zapatero se negó a realizarla. 15.000 o 16.000 personas han perdido la vida en el estrecho en los últimos 10 años. PSOE y PP son responsables. ¡Que se abran investigaciones para ambos partidos! Señores del PP y del PSOE: ¿Cuál va ser el futuro de la política migratoria? ¿Qué mueran fuera de territorio español? ¿Qué Marruecos haga el trabajo sucio, como ya lo está haciendo…?