Este mundo de hambrientos, esclavos y parados, debe ser rehecho desde sus cimientos

Cuando un grupo de personas se reúnen con el objetivo de conocer las experiencias de lucha solidaria de otros, ese acto puede ser un acto de solidaridad. Dependerá de lo que hagamos a partir de ahora. Cuando la mirada al mundo y a la explotación que se dan en él, es una mirada honesta, no se puede quedar en queja y lamento. Si es una mirada honesta, debe convertirse en grito y en abrazo. En grito que lleve a las calles e instituciones el grito de los explotados. En abrazo al compromiso de luchar contra la explotación.

En estos días se ha hecho palpable una verdad: los que dicen «no se puede hacer nada» no han mirado a la realidad de frente. Porque, si es verdad la inmensidad de la injusticia que asola a millones de personas, no es menos verdad que se pueden hacer muchas cosas para acabar con esa injusticia. Conocer las luchas no violentas de otros renueva nuestra esperanza, pero poco durará esa esperanza, si no aumenta nuestra colaboración a esa lucha.

Al término de este I Congreso Internacional de lucha contra el Paro, la Explotación y la Esclavitud afirmamos que quedan muchas cadenas por romper: las cadenas de las fronteras que asesinan, las cadenas del paro que atenaza a familias enteras, las cadenas de la esclavitud infantil que condenan a millones de niños a no tener infancia, las cadenas de la indiferencia y la impotencia que mantienen en la tristeza y la explotación a tantas personas. Colaborar a romperlas es nuestra tarea.

Y sustituir las cadenas por lazos de experiencia compartida, lazos de solidaridad y colaboración. Lazos de amistad. Esos lazos que han empezado a trenzarse estos días en los diálogos y ponencias, en las reflexiones en los grupos de trabajo y en las conclusiones comunes. Lazos trabados con el trabajo militante en pos de una sociedad más justa.

Volvemos a nuestros lugares de origen sabiendo que esos lazos no se desharán por la distancia o represión, sino que se estrecharán a medida que acrecentemos nuestros esfuerzos solidarios.