España expulsó el año pasado a más de 9.600 inmigrantes

27 extranjeros al día fueron repatriados forzosamente desde nuestro país en 2017

8.814 personas fueron internadas en los polémicos CIE (Centros de internamiento de Extranjeros)

El Servicio Jesuita a Migrantes denuncia que el año pasado 48 menores estuvieron encerrados en estos centros para adultos

En informe anual de la orden religiosa, titulado este año ‘Sufrimiento inútil’ exige que se utilicen centros abiertos de acogida humanitaria, especialmente para los recién llegados, frente al uso de los CIE como forma de privación de libertad

Consideran que fue un fraude de ley usar como CIE el centro penitenciario de Archidona en Málaga

Informe completo

“En algunos puertos de mar se alzan todavía los antiguos lazaretos: construcciones fortificadas en las que se recluía preventivamente a la tripulación y al pasaje de los barcos que atracaban hasta pasar la cuarentena. En 2017, los CIE podrían ser vistos como nuevos lazaretos: lugares en los que se recluyó a una tercera parte de las personas que habían llegado irregularmente a España por vía marítima, de las cuales dos tercios salieron en libertad y otro fue devuelto”, es el mensaje directo que lanza el Servicio Jesuita a Migrantes en su informe anual sobre la situación de los Centros de Internamiento de Extranjeros , los polémicos CIE.

Los jesuitas, que acceden de manera regular a los CIE de Madrid, Barcelona, Valencia, Algeciras y Tarifa contextualizan las cifras del Ministerio del Interior, que a lo largo de 2017 constató la entrada irregular en España de 28.572 personas extranjeras frente a las 14.558 de 2016. 2.062 personas entraron en Ceuta por vía terrestre y algo más del doble, 4.231, en Melilla.

“Elincremento se debe principalmente al repunte de inmigración irregular marroquí (5.498) y argelina (5.178): aunque haya incidido la inestabilidad política y social derivada de las revueltas de Alhucemas en Marruecos, el aumento del desempleo en ambos países también ha sido determinante. La economía argelina se resiente de los precios relativamente bajos de los hidrocarburos, mientras que la sequía ha hecho mella en la economía marroquí” analiza el SJM.

Además de los que entraron en pateras o saltando las vallas hay que sumar que el año pasado fueron detenidas 18.794 personas por su mera situación irregular en España y se incoaron 21.834 órdenes de expulsión. En este caso, las nacionalidades mayoritarias fueron por este orden: marroquí (4.019), colombiano (1.252), argelino (771), pakistaní (656) y brasileño (653).

En total, las repatriaciones forzosas ejecutadas, tanto de los que llegaron por vías irregulares, como los detenidos por mera estancia irregular (algunos después de muchos años en nuestro país) fueron 9.626. “Supondría una media de 26,37 al día: de 21.834 expedientes incoados, solo fueron 4.054 las ejecutadas. Por otra parte, se dictaron 20.672 órdenes de devolución, de las que se ejecutaron 5.272” detalla el informe.

“En 2017, un total de 8.814 personas fueron internadas en CIE: 8.418 varones y 396 mujeres. En total, se internó a 1.217 personas más que en 2016”, señala el pormenorizado análisis de la situación de los centros de privación de libertad para inmigrantes en situación irregular, donde según el SJM se encerró a 48 menores “reconocidos oficialmente”.

De las 1.381 solicitudes de asilo presentadas en los CIE, 611 más que en 2016, se admitieron a trámite 395, un 28,60%. La duración media de los internamientos quedó en 26,63 días en 2017, 2,16 días más que en 2016.

“En el conjunto de CIE, a lo largo de 2017 se produjeron 8.645 salidas, de las que 5.358 fueron por puesta en libertad (61,98%) y 3.287 por repatriación forzosa (37,29%)”, es decir, dos tercios de las personas que sufrieron esa privación de libertad no fue expulsada.

“De hecho, en la segunda mitad de 2017, cuando aumentó considerablemente la entrada de personas argelinas y marroquíes, apenas se internó a la población subsahariana, posiblemente por el cálculo de probabilidad de eficacia de la medida. De verdad, ¿tiene sentido infligir tanto sufrimiento inútil?” se preguntan los Jesuitas.

Un año más vuelven a denunciar la “desproporción del sufrimiento infligido a las personas internadas. Puesto que el principal motivo de salida del CIE es el reconocimiento de que no se puede devolver a la persona extranjera al no haber logrado documentarla, merece la pena replantear una alternativa al internamiento cautelar de personas que acaban de entrar irregularmente en España por la Frontera Sur: su alojamiento temporal en recursos abiertos de acogida humanitaria durante el tiempo en el que se intenta la documentación” reclaman.

Archidona el paradigma del “fraude de ley” y de la violación de derechos

Los Jesuitas denuncian que el Gobierno jamás debió usar la cárcel de Málaga porque la legislación española y europea no lo permite, abrir el “establecimiento penitenciario en Archidona como CIE, en fraude de ley, ni siquiera para responder a una emergencia. Esta contravención de la ley y de la jurisprudencia constitucional resulta de por sí escandalosa unas instalaciones todavía con graves carencias de habitabilidad. La actuación polémicamente violenta de miembros de la Unidad de Intervención de la Policía Nacional, quejas de internos que no recuperaron algunas pertenencias de valor en su traslado o puesta en libertad, y la muerte por suicidio de un interno” denuncia el informe en un capítulo especial dedicado al episodio de Archidona, el centro penitenciario, aun sin inaugurar en aquel momento, en el que fueron encerrados más de 500 migrantes, casi todos argelinos. En este sentido se hacen ecos de las distintas investigaciones judiciales al respecto o de las quejas e investigaciones del Defensor del Pueblo

El 2017, señalan los Jesuitas, fue un año plagado de autos judiciales cuestionando las condiciones de los CIE, “es sumamente preocupante el modo como el Ministerio del Interior desoye los requerimientos del Poder Judicial en la garantía de derechos de las personas extranjeras internadas” sentencian.

 

Nicolás Castellano
Fuente: SER