Es la nueva matanza de inocentes, la matanza de los sin voz

214-VNo hay en nuestros días una afirmación más reaccionaria que la del derecho de una persona sobre la vida del hijo no nacido.

Es el derecho de propiedad más absoluto concebible, más allá del derecho del amo sobre el esclavo.

Y es una vergüenza para la izquierda que levante la bandera de ese pretendido derecho. Y más aún, que se deje que la derecha monopolice hipócritamente la oposición al mismo.

No sólo somos de izquierda y rechazamos el aborto, sino que lo rechazamos precisamente por serlo. La vida humana es un valor supremo desde la concepción hasta la muerte natural. Y a partir de esta afirmación, tenemos que desarrollar una acción decidida contra el hecho real del aborto combatiendo las causas.

Para el neocapitalismo el aborto es cuestión estratégica, ya que es un medio de control demográfico como exponente máximo de una cultura del beneficio frente a una cultura de la solidaridad y del bien común. Y ha confluido con una elección decidida de control de la población empobrecida.