El sindicalismo mayoritario y la “nueva” política suplantan a las Kellys

KellysMuchas razones explican por qué los trabajadores de cualquier sector no dan el paso de organizarse para hacerle frente a las tropelías de su esclavista moderno de turno.

Lo primero obviamente es el terror a perder su única fuente de ingresos, el puesto de trabajo. Pero además está la desconfianza provocada por cómo actúan determinadas organizaciones políticas y sindicales que se autoproclaman de «izquierdas » o incluso, como es el caso de Comisiones Obreras, y todavía, «de clase» (ver estatutos aprobados en el último congreso de 2014).

La función de esa pata izquierda del sistema es encauzar el descontento de la clase trabajadora, que es mucho, hacia cauces electoralistas y/o sumisos y entreguistas frente a la patronal, como han demostrado los dos grandes sindicatos del sistema, CCOO y UGT firmando una y otra vez los Acuerdos de Negociación Colectiva con la CEOE y su auxiliar CEPYMES.

Un grupo de camareras de piso de los hoteles dieron el paso de organizarse a nivel estatal ante las condiciones criminales en las que trabajan. Decidieron llamarse “Las Kellys” (derivación de “las que limpian”) y haciendo del color verde su bandera comenzaron a tener cierta repercusión en las redes sociales y en los medios de comunicación.

Es por ello que “las Kellys se han convertido en un fenómeno social muy apetecible, inconveniente e incómodo porque siendo mujeres y desempeñando un trabajo muy de base han puesto en evidencia muchas deficiencias de nuestro sistema y cuestionado muchas legitimidades”, lo que ha llevado a ser cuestionadas y ninguneadas por determinadas organizaciones del régimen que de modo subliminal las mandan a “fregar suelos”, asegura una Kelly indignada.

Lo que en la práctica se traduce en las suplantaciones que han venido sufriendo estas trabajadoras desde el mismo momento de su registro como Asociación:

“La primera suplantación fue en Tenerife de la mano de Podemos con la presentación de una PNL (n.r.: Proposición No de Ley) con nuestros grupos de trabajo ya asentados. Se dio un paralelismo con una delegada de CCOO; de modo que, en el Cabildo, Podemos presentaba por un lado en nombre de las Kellys la PNL, la delegada de CCOO se sentaba en la tribuna haciéndose pasar por “miembra” de las Kellys y la parte firmante de la contratante, o sea “Las Kellys”, estábamos en Madrid registrando la Asociación y redactando los Estatutos. Recuerdo que la vocal y ahora presidenta Myriam Barros de Lanzarote y desde Madrid, tuvo que llamar para que de manera inmediata dejaran de presentarse en nuestro nombre”, nos cuenta María A, en adelante MA.

La delegada de CCOO aparece en el vídeo en la tribuna de asistentes:

La siguiente suplantación vino de la mano de Badalona en Comú y de nuevo CCOO organizó el debate “Sindicalismo mayoritario y nueva política” donde había representantes de las Kellys, pero sin las Kellys. Para MA “está claro que convocan de nuevo en nombre nuestro, aquí estamos hasta en cartel de feria”.

De la misma manera actuó Podemos en la presentación de una PNL en Baleares, a la que las invitan como convidadas de piedra porque no participan en la elaboración de dicho texto: “el texto era muy mejorable, era un brindis al sol donde prácticamente no se detallaba nada -ni siquiera ratios de inspecciones de trabajo por número de trabajadoras-, era una declaración de intenciones propagandística donde, incluso, se conservaban los espacios en blanco para poder ser adaptada a cualquier comunidad autónoma”, argumenta Isabel Cruz, de las Kellys de Barcelona. “El interlocutor de Podemos, como no conseguía el discurso que quiere, decide buscar una Kelly por su cuenta ofreciendo un vuelo gratis a Mallorca”. También en el Congreso de los Diputados Podemos convocó a diversos grupos parlamentarios, sindicatos y al escritor Ernest Cañada para la presentación de su libro “Las que limpian los hoteles” donde se habla del márketing de Las Kellys pero no se las invita presencialmente. El libro está prologado por CCOO y UGT y publicado con sus correspondientes logotipos.

Además de la apropiación y utilización de su nombre, las Kellys denuncian el plagio de sus propuestas: “En una junta ordinaria en Barcelona mantuvimos una reunión a puerta cerrada con la eurodiputada Tania González para ver que podía hacer Podemos en materia de salud desde Bruselas y ¡voilà! parece que Las Kellys, además de limpiar, tenemos capacidad de pensar y no lo hacemos mal porque nos plagian” (MA).

Para MA, se han hecho notar, además, las dos campañas electorales con “demasiados guías y garantes de nuestro porvenir”. Fue en plena campaña electoral que Izquierda Unida presentó una PNL en Asturias suplantando a Las Kellys “con camisetas que se hicieron a su libre albedrío”.

Las Kellys tienen relaciones con otros sindicatos, pero no con CCOO (salvo en Lanzarote): “Creemos que CCOO nos consideraba parte propia, pero no hemos resultado muy dóciles, por tanto nos ven como desertoras e intrusas, de ahí que nos ignoren y desprecien totalmente”, cuenta MA.

El pasado mes de octubre, añade MA, cuando todavía planeaba la posibilidad de unas terceras elecciones Podemos suplantó a Las Kellys en Málaga a través de Iñigo Errejón, en Sevilla a través de Marea y en Madrid en un acto en Carabanchel con cartel incluido. En ninguno de los casos ha habido rectificación. La única rectificación fue añadir un apostrofe a Las Kelly’s para diferenciar:

Cansadas de verse reiteradamente dónde no quieren estar La Asociación Las Kellys tiró de la web (laskellys.org) para defender su derecho de identidad, respeto e independencia:

“La Asociación Las Kellys nació, precisamente, tras constatar que quienes debían escucharnos y apoyarnos no lo hacían. No permitiremos que sean estas mismas organizaciones que nos cerraban sus puertas las que ahora, mediante formaciones políticas, presuman de estar impulsando a Las Kellys o colaborando con Las Kellys sin tratarse de nosotras y luzcan nuestro nombre como bandera de una lucha con la única intención de situarse bajo unos focos que nos hemos dejado la piel por encender.”

Este es el papel que juegan los “agentes sociales” a los que la CEOE y Estado consideran compañeros de viaje. Y lo son porque sin esa cuña que introducen en el movimiento obrero posiblemente la clase obrera vería con más claridad cuál es su enemigo y cuál su objetivo primordial: liberarse de las cadenas que la someten al yugo de los explotadores.

Fuente: pravdainternacional