Cuando se trata del bolsillo de los concejales

Las posturas de los distintos partidos con representación en el Ayuntamiento de Burgos respecto a las remuneraciones de los concejales dicen mucho de su forma de entender la labor polí­tica. Cuando se trata del bolsillo propio se pone de manifiesto la verdad profunda que los discursos tienden a ocultar.
En el partido popular ni se plantean la bajada de sueldos; lo de la austeridad€ es para imponersela a los demás. Además, los dos liberados no son los concejales con mayores responsabilidades de gobierno, es decir los que deberí­an dedicarse a trabajar más en el Ayuntamiento. ¿Es que no se €œconforman con el ya elevado salario de concejal: 40.000 euros?. ¿dónde está su actitud de servicio al común? A estos, lo de que la polí­tica honrada implica necesariamente perder les suena a chino.
El PSOE por su parte ha pretendido hacer un gesto de austeridad bajándose el sueldo un ridí­culo 10 %, pero los más de 35.000 euros que va a cobrar De la Rosa le siguen situando en el grupo de los privilegiados de este paí­s. ¿No se le caerá la cara de vergí¼enza cuando se llene la boca hablando de los parados, los pobres y los desahuciados?
Ciudadanos está empeñado en que no haya casi concejales liberados, que pueden dedicarse plenamente a las tareas municipales que lo requieran. Una de dos: o creen que los concejales deben simplemente ir a los plenos y votar o pretenden que sólo a los que les sobre el dinero puedan asumir responsabilidades que requieren toda (o parte) de la jornada laboral.
Más sorprendente ha sido lo de Imagina. En su campaña electoral y en el código ético que firmaron con gran pompa y boato presumí­an de comprometerse a cobrar sólo 3 veces el SMI, es decir 14 pagas de 1950 euros al mes. Ya les gustarí­a cobrar siquiera la mitad de eso a la mayorí­a de los ciudadanos a los que dicen representar. Imagina decidió cambiar el liberado que les tocaba por dos a tiempo parcial, lo que, en principio, era un buen gesto de reparto de trabajo. Pero es que ahora dicen que se niegan a bajarse el sueldo de 20.000 euros anuales de cada liberado, cuando 3 veces el SMI de media jornada serí­an 13.650 euros, es decir que cada uno cobrará 6.000 euros más de lo que firmaron en su código ético. Todo un truco de prestidigitador. Pruebe Vd a decirle en su empresa que le rebajen las horas a la mitad manteniéndole el sueldo.
Esto tiene que ver con la otra fuente de ingresos de los concejales; las comisiones por asistencias a plenos y reuniones de los no liberados, a las que ninguno de los partidos señalados va a renunciar. Son miles los ciudadanos que asisten a reuniones de asociaciones, plataformas, movimientos sociales, partidos etc y nadie se plantea cobrar por ello. ¿Por qué los que nos representan si cobran? ¿dónde está el servicio gratuito al bien común?
Todo serí­a mucho más transparente y honrado si se eliminaran las comisiones y cada concejal cobre en función de la jornada laboral que requiera su cargo. Desde el partido SAIn llevamos años proponiendo que el sueldo nunca supere el SMI si tienen dedicación total a su cargo y, claro, proporcionalmente menos si la dedicación es parcial. De ese modo tendrí­amos unos polí­ticos que entiendan vitalmente la situación en la que viven cientos de miles de familias a las que representan y con la autoridad moral para gobernarles. Seguro que así­ nos quitábamos de en medio a tanto vividor y las polí­ticas sociales serí­an creí­bles.
La corrupción polí­tica a la que hemos llegado no es cosa de cuatro avariciosos, son años de ir justificando sus derechos, comparándose siempre con los de arriba y no con los de abajo, sin tener la altura moral que exige ser auténtico servidor del bien común.

Rodrigo del Pozo

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