Carta abierta del Dpto de Formación Sociopolí­tica de la Diócesis ante las elecciones

Acto de denuncia organizado por la Diócesis de Burgos en noviembre

Publicamos, por su interés, la carta del Departamento de Formación Sociopolí­tica de la Diócesis de Burgos ante las elecciones .

Carta abierta ante las elecciones municipales y autonómicas de 2015

El próximo 24 de Mayo tendrá lugar la votación para elegir a nuestros representantes municipales y autonómicos. De nuevo se nos presenta a los ciudadanos una gran oportunidad para ejercer nuestra responsabilidad hacia el bien común a través de nuestro voto. Desde el Departamento de Formación Sociopolí­tica de la Diócesis de Burgos os hacemos llegar nuestra reflexión ante tal ocasión.

Aunque el voto es sólo uno de los instrumentos para hacer polí­tica, y quizás no el más importante, tiene su valor. Debemos – como nos están urgiendo los últimos papas – superar la reticencia al compromiso polí­tico fruto de los numerosos casos de corrupción y de nuestra propia tendencia histórica a inhibirnos de él, y ver en él una de las más altas formas de caridad, capaz de promover las virtudes humanas y cristianas en nuestra sociedad. Si nunca ha estado justificado permanecer ajeno a la gran labor de preocuparse por el bien común (eso es la polí­tica), hoy en dí­a menos que nunca.

El ámbito municipal es, por su cercaní­a a los ciudadanos, el más propicio para fomentar el protagonismo de todos los que forman esta familia de familias, que debe ser el municipio. Un Ayuntamiento ha de saber conjugar las demandas y propuestas de los concejales, las asociaciones civiles, de barrio, culturales, etc. con las necesidades de los últimos de la sociedad, que deben ser la verdadera prioridad de toda polí­tica honrada.

Es cierto que son inmensas las necesidades y urgencias que sufren los municipios (trabajo, pobreza, vivienda, marginación, servicios sociales, transparencia, despoblación, etc), pero conviene que ampliemos la mirada más allá de nuestro municipio particular y descubramos el deber de solidaridad a nivel internacional, ineludible para cualquier Ayuntamiento en este mundo globalizado.

A pesar de que a menudo no seamos conscientes, muchas son las cuestiones de importancia primordial que se deciden a nivel autonómico, como la educación, la sanidad, la acción social (cuyo objetivo es promover una igualdad de oportunidades), etc. Por tanto, nuestra actitud debe ser vigilante para que se garantice que no se pierdan derechos adquiridos por la ciudadaní­a en éstos ámbitos; teniendo en cuenta, además, que los más débiles son los más vulnerables y más sensibles a los recortes.

Para esta próxima cita electoral hay nuevas propuestas que están intentando hacerse un hueco en el panorama polí­tico, con lo que es más necesario que nunca hacer una llamada a la unidad frente a la rivalidad y al descrédito mutuo en aras de la búsqueda de un consenso para el bien común.

La mirada del cristiano y de toda persona de buena voluntad debe descubrir la esperanza que siempre está presente en la realidad, muchas veces escondida, como la semilla a punto de germinar, y saber leer en esa clave las voces que se alzan con verdadera vocación de servicio. Para construir un municipio y una comunidad solidaria, protectora de la vida y verdaderamente democrática, todos debemos comprometernos; antes, durante y después de las elecciones. No esperemos a ningún mesí­as terreno que nos resuelva los problemas de un dí­a para otro. Esta labor requiere trabajo conjunto, tiempo y mucho diálogo.

Con todo lo que aquí­ proponemos nos unimos al deseo de que juntos podamos construir un mundo justo y fraterno.

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