Andalucía entre el extremismo y la solidaridad

El PSOE obtiene los peores resultados en su historia en unas elecciones autonómicas en Andalucía, lo que ha sido una derrota sin paliativos en el contexto de la segunda peor participación desde que se iniciaron estas elecciones en 1982. Si ha habido un gran triunfador ha sido un nuevo populismo de derechas que ha obtenido 12 parlamentarios, dándole continuidad a otros extremismos que ya tienen representación en países como Francia, Italia, Grecia, Brasil… y así una larga lista en la que por diferentes motivos todavía no había entrado España. Como muestra la inmediata felicitación de Le Pen a esta formación.

Encontramos algunos factores determinantes que pueden explicar estos hechos:

  • Por un lado la campaña realizada por el PSOE-A con Susana Díaz a la cabeza. En el segundo debate televisado entre los cuatro líderes del pasado 26 de noviembre, Susana Díaz pone en la palestra el nombre de VOX por tres veces como centro de un posible pacto entre PP y Ciudadanos, dándole un protagonismo sin precedentes. Durante la última semana de campaña son varias a las ocasiones que el PSOE quiere dividir a la derecha, buscando que por los restos de la Ley D´Hont, se perjudique los resultados de sus rivales más próximos. El PSOE olvida cómo la ultraderecha se ha nutrido en muchos países de barrios obreros y de desencantados de la política. Con algo de decencia por este fracaso electoral, la señora Díaz ya debería haber dimitido.
  • El papel de los medios de comunicación se nos antoja fundamental para alimentar a la extrema derecha. Es la primera vez que un partido sin representación en ningún parlamento obtiene tanto protagonismo, tantos ríos de tinta, sin faltarle noticias y todo el ruido y bombo que este partido quería atraer hacia ellos. Este papel no ha sido nuevo de esta campaña electoral. Hemos denunciado y demostrado que la llegada de inmigrantes a nuestras fronteras no es fruto de «oleadas», ni de «invasiones», ni de «asaltos masivos», ni de «violencia». Toda una campaña de desprestigio, de bulos y falsos rumores. Cuando en vez de esto, la inmigración siempre enriquece al país que la recibe en todos los ámbitos (social, cultural, económico…) y es necesario unas políticas que faciliten un trabajo digno para todos.
  • Es necesario un alto nivel de autocrítica por parte de los medios de comunicación sobre su papel en este crecimiento de la extrema derecha. Existe un alto nivel de aporofobia en la sociedad que los medios y su difusión en redes sociales han alimentado. En esta época de postverdad, de hastío por la corrupción, con unos altos niveles de crisis económica, cultural y educativa se ha dado el caldo de cultivo para que los medios de comunicación espoleen la llegada de VOX a la política nacional y andaluza de una forma nada marginal.
  • El alto grado de abstención nos indica algo que ya venía ocurriendo: que hay un porcentaje cada vez más creciente de personas que sienten que su voz no cuenta, que unido a la precariedad puede provocar una deriva a los diferentes populismos. Es cada vez mayor la desafección y el desencanto con nuestro sistema político en el que se impide que la persona pueda asumir un necesario protagonismo de forma autogestionaria y en el que los problemas de los últimos de la sociedad pasen a un necesario primer plano. Es lo que pasa cuando se juega en politiquerías: con las encuestas y sus cocinas, con pactos y adelantos y atrasos electorales en función de los intereses de mi persona y de mi partido, pero que olvidan las necesidades del pueblo. Si fueran sensatos, lo que se trasluce de estas elecciones da datos suficientes para que los partidos mayoritarios se planteen una autocrítica que llega ya tarde, pero que sigue siendo necesaria.

Todo ha ido sumando en unas elecciones sin precedentes, pero que van a condicionar la política nacional y los procesos electorales del próximo año 2019. Por último, dos notas a tener en cuenta:

  • A los partidos que ansían el sillón del Palacio de San Telmo que tengan responsabilidad y diálogo en sus pactos y posibilidades de acuerdo. A ver si al final se ven abocados a una repetición de elecciones donde no hay garantías de que las caídas y ascensos sean aun mayores que los obtenidos este 2 de diciembre.
  • A los partidos sin representación como Equo y Pacma, que evidenciaron la falta de sus papeletas en muchos colegios electorales: animarles a trabajar juntos por una más que necesaria reforma electoral. Necesitamos un sistema electoral que le dé el mismo valor a todos los votos, y en el que se acceda en igualdad de condiciones para todos los partidos, tanto para presentarse a las elecciones como para tener la misma visibilidad a la hora de ser votado.

Seguiremos trabajando y en el camino del diálogo por una política al servicio de la solidaridad y del bien común.

Partido SAIn – Andalucía